martes, 30 de junio de 2009

A tu paso.


Suave, melodiosa, finísima
tu marcada imagén de amorosos pasos.
Sobre la calle
la natural silueta
intangible, minúscula, vas dejando
Ataviada de telas y colores brillantes
Como el verano llevas
su alegría contagiosa.

Polvo, silencios, recuerdos
Tan dentro acumulando tempestades
de requiebros idos.
Besos que se vuelven complices
pequeñas y dúctiles líneas
del poema,
indescifrable que es tu aroma.
Ando, sueño, perdido
entre laberintos imagino
la sutil enredadera de tus muslos .

Indagando en los incunables
la historia verdadera
música discreta que dejas
como un perfume de selvas
vírgenes y deseadas.

Mientras,
siento latir ingrato
Algo dentro mio
Que pensaba desterrado,
Sorpresivamente vivo...
tierno y sencillo
insignificante,
bello.












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