martes, 16 de junio de 2009

Prisioneros de conciencia.


Recuerdan y en el fondo saben
Las palabras recrear los vados
Por los que la vida aprisa
Nos suele conducir
Nadie olvida, todos callan
Pretextando continuar
Con sus oídos sordos
Mientras ellos solos
Mudos en sus mundos grises
Unidos mas que nunca
A una ilusión necesaria
Piensan en los días claros
Cuando amanecer no sea
Entre rejas y escupitajos
Malolientes hoyos y soledad
Una enjambre de brazos
Alzados a la nueva vida
Por las ideas que tienen
A los hombres prisioneros
Valió la pena el sufrimiento
Las crueles y largas jornadas
La comida tirada desde la celda
Al patio empapado en agua
Los padres autorizados
Cada cuarenta días a viajar
Los transbordadores descompuestos
La mar picada, los ancianos solos
Abrazados y llorosos en la borda
Esperando un milagro de Dios
Mientras el hijo los espera
Y ellos no llegaran a tiempo.
En los sótanos del miedo
Las cargas de dinamita
Prestas a explotar a los patriotas
El terror invade los sueños
De los cobardes haciéndolos huir

“Madre sí esclavo de tu amor y tus doctrinas
Tu mártir corazón llene de espinas
Piensa que existen entre espinas flores”

Allá donde llorar no es novedad
Reclaman justicia los ojos de los muertos
Las paredes floreadas de sangre
Y las balas asesinas deformes

En el paredón de los mártires.
foto: Prisión Isla de Pinos, Cuba, conocida como las circulares.
entrecomillado: versos de Marti a su madre, desde la prisión de San Lazaro en la Habana.

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