domingo, 9 de agosto de 2009

REDOBLANDO ESFUERZOS.




Como ayudar a los jóvenes a superar ciertas situaciones a las que se enfrentan.
La juventud es una de las etapas más bellas de la vida, El cuerpo ya esta totalmente formado físicamente, y la mente continua enriqueciéndose de conocimientos y experiencias.
Pero también surgen una serie de conflictos. La mayoría están siendo arrastrados desde la infancia y la pubertad, sin que ha veces, mucho mas de lo que creemos, sea notado o advertido a tiempo.
La familia es un factor importantísimo y la escuela es el complemento que nivela lo aportado por estas.
En la convivencia humana, en la etapa preadolescente, se marcan situaciones que traen ya una carga muy fuerte de avisos para ser tomados en cuenta previamente por la familia y los profesionales, en la actitud que algunas jóvenes personas van trazando hacia su entorno, nos dan el llamado de alerta que algo no anda bien.
La melancolía y la soledad, no son buenas amistades de los preadolescentes, pero es una frontera demasiado ambigua a la hora de tomar algún tipo de acción encaminada a evaluar a los mismos.
La sociedad moderna, trae aparejado una desintegración familiar bastante aguda y esto conlleva además de desarraigos emocionales, rupturas abruptas en los patrones de atención y reflexión a los asuntos que interesan a nuestros preadolescentes.
Al quedar lagunas explicatorias en su educación, las mismas pasan a sumarse a los cuestionamientos normales de la próxima etapa.
Donde él cúmulo de situaciones aumenta, al integrarse al mundo laboral y una serie de intercambios sociales, marcados por intereses y situaciones de muy complejo ámbito.
Ya en este estadio de vida, como en muchas cosas referentes al ser humano, se vuelve más complejo el estudio y tratamiento de los factores que propician actitudes que atentan en contra de la estabilidad emocional y física en los jóvenes adultos.
La intención de esta primera entrega es advertir a los futuros y actuales padres, los avisos que hay detrás de la responsabilidad de asumir una paternidad.
No confundamos amor con sexo, ni sexo y amor con paternidad. Cada uno de estos tres renglones, puede y deben estar interrelacionados, pero en la realidad gozan de vida propia.
Por tanto reenfoquemos nuestra mira en la profundidad del pensamiento humano, aprovechando nuestra influencia y nuestro devenir como personas, si hemos sido parte de una núcleo familiar con un alto porcentaje de aciertos educativos, maravilloso y si no, corrijamos en nuestros hijos tales deficiencias.
Mi experiencia como educador, me dice que en todas las casas se cuecen habas, o que es mejor no dar nada por sentado. Observar a nuestros hijos, observar a los jóvenes que educamos a diario, prestar ayuda u ofrecerla de manera didáctica y preventiva, nada impide que antes de una larga y compleja clase de matemáticas, le hagamos a nuestros educandos la historia del embarazo no deseado de “alguien desconocido”. Y después dediquemos cinco minutos a reflexionar sobre ello.
De cualquier manera la idea es acercarnos a los jóvenes, antes que sea demasiado tarde.
Existen peligros afuera que los rondan diariamente, drogas, enfermedades DTS, suicidios, al confrontar situaciones que para su nivel de experiencias vividas no logran encontrar respuestas acertadas, y muchas mas cosas.
La preadolescencia y la primera juventud, son niveles de vida en la existencia humana llenos de dudas y ávidos de respuestas, seamos previsores y canalicemos las dudas y las emociones de los jóvenes con un enfoque sencillo, pero efectivo.
Apoyemos con opciones de esparcimiento y distracción acorde a sus intereses.
Y enfrentemos el reto de educar, tanto en la casa, como en las escuelas, con el firme propósito de un verdadero mejoramiento humano.
No es hora de recriminaciones, ni de egoísmos, es hora de unidad y criterios sensatos para evitar y corregir, las desviaciones de conducta y los asuntos de una sociedad en construcción continua, no perfecta debido a lo humano, pero si con un alto grado de sensibilidad y amor, que no debemos perder.

2 comentarios:

Diliviru dijo...

Esto que escribes es muy cierto. Actualmente hay una gran brecha entre padres e hijos,es comun ver familias separadas dentro de la misma casa pues ya no hay reuniones a veces ni para compartir los alimentos. Como bien dices es hora de recuperar esa union y esas bases.

Angel Collado Ruíz dijo...

Dili que bueno que pasas por aqui, hija es dificil la situación en todo el mundo , por eso veo que tienes secre en la foto, lucha por ella y si hay otros y junto a tu marido, fortalece tu familia, integralos, motivalos y convercen todo siempre. Paseos juegos, parques, circo y maroma, pero juntos. Cuidate, y ya sabes esta pagina estuya. Y en San Luis tienen casa, cuando deseen venir.
Angel.