El GRAVE ASUNTO DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO.

Según leo en el Periódico Excelsior, de México, que recibo vía Internet. Los exámenes para aspirar a una plaza en el sector educativo, arrastra una lamentable cifra del 75 % promedio de reprobados.
Maestros que para competir por una plaza, son sujetos a un examen, digamos, de oposición.
De 100, 75 no cumplen con las exigencias del puesto.
Estas pruebas se vienen dando, para evitar la asignación por parte del sindicato magisterial que las manejaba de manera discrecional a sus allegados y recomendados.
Al hacerlo de manera abierta, publica y por medio de una prueba de conocimientos, se hizo por primera vez notorio lo que ya todo el mundo conoce abiertamente, la calidad de la Educación en México es de muy mala factura.
Honrosas excepciones sí. Pero a un costo impagable para el pueblo.
Esto se traduce en situaciones de vida cotidianas, donde observamos la degradación innegable de nuestros educandos. Son virtualmente analfabetos funcionales. Un joven preparatoriano, puede desconocer desde quien fue Octavio Paz, único premio Nóbel de las letras mexicano hasta creer y perdone la burla, que el Masiosare es el extraño enemigo, si no fuera triste, me reiría. Estoy avergonzado de ver como nuestro país derrocha recursos en cuestiones vanas. Se destinan a manos de “políticos” extraordinarias sumas de dinero para campañas de elección popular, y en las escuelas no se supervisa el desempeño de los maestros en clase.
Ni un solo inspector se toma la libertad de sentarse en los salones de clase a ver los desempeños, de los maestros, de cualquier nivel. Sin una supervisión efectiva, desde los grados de la educación primaria, donde mayor es el problema de la incapacidad académica, nada o muy poco se puede resolver en los niveles posteriores, sino ir confrontando mayores dificultades en la asimilación de conocimientos.
Y no quiero ahondar en las comunidades marginadas, campesinas e indígenas, donde el abandono es mayúsculo.
Así, este precioso caudal humano esta siendo cada día llevado directamente a la incultura. Y difícilmente podrá la nación superar el Estado de tercer mundo, sentados como estamos en una Educación de pésima calidad.
Donde se prepara a los jóvenes, para empleos mal remunerados y no se arriesga en una preparación con toda la exigencia debida. Abriéndose Universidades Publicas Gratuitas masificando la oferta y facilitando la Educación en todos los rincones de México. Una Universidad Gratuita, cuando digo gratis, digo cero centavos. Una al menos en cada Estado con capacidad para mil estudiantes y un personal emanado de rigurosos exámenes profesionales.
Entonces estaremos ante un reto y el gobierno tendrá a fuerzas que destinar menos recursos a la política y mayores a la creación de fuentes de empleo, pero estaremos contando con asegurar al pueblo una Educación de Calidad, que es al fin de cuentas un deber del mismo, insoslayable. Si desean lo pueden hacer, solo es necesario querer hacerlo. Hasta ahora el Estado como tal también esta REPROBADO.