martes, 11 de agosto de 2009
Ante la vida.
Si yo te dijera que el agua es transparente me creerías
Y si tiene lodo deja de ser agua.
Si escribes con las sutiles idílicas visiones de lo bello
Llorar acaso por traiciones no es la vida.
Del fondo de tus labios rojos y delgados
Una mueca de ironía no se halla, mas yo admiro
Los metales fieros de unos ojos que devoran porque ansían.
De locos instintos y sus consecuentes actos somos
Esclavos que trazando va el destino extraño itinerario
Tu endulzas con tu miel primera la vida misma
Atado a mi batalla ardiéndome el pecho llevo
Tus destellos de primavera sin morder la piel
Acumulan sueños de tan despiadados lirios
Que no sé si sea bueno que te observe alzar el vuelo
O al vuelo atrapé tus alas entre tormentosas garras.
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