martes, 11 de agosto de 2009

La Chivichana.


Con dedicatoria para Habana Memorias. La gente buena de Marianao.



No voy a contar la historia de este antiguo juguete. En los días de vacaciones nos lanzábamos por la loma de 60, o “la curvita de la muerte” allá en Marianao o cualquiera de las muchas calles de toda Cuba jugábamos a deslizarnos ya fuera en caída libre o una vuelta empujo yo y la otra me empuja un amiguito.
Voy a disfrutar, a escribir de algo sublime, que aún cierro los ojos y puedo sentirme sentado en ella por las aceras de mi barrio.
Con dos tablas formando una cruz y en el centro un tornillo enorme detrás un pedazo de un viejo patín unión 8 americano. Después un modelito más moderno chino, de los años sesenta, o las conocidas cajas de bolas de la ruta 20, en la calle 58, a donde íbamos a darle lata a los mecánicos hasta que nos soltaban los cojinetes de bolas que tiraban a la basura.
Volvíamos al “taller” y poníamos todo el empeño del mundo en centrar bien los patines o los cojinetes para no vernos cruzados, y engrasando la unión de las dos maderas nos lanzábamos a la aventura donde no faltaba la competencia.
En mi barrio logramos tener casi una por amigo y nos lanzábamos como en un rally, acera abajo desde la calle 64, yendo a parar hasta la esquina de 60 con la 45 dos calles vía abajo, impulsados con las manos y gritando como locos para que ningún entretenido se cruzara en el camino.
El derroche llega cuando a mi primo y a mi se nos ocurrió hacer una enorme para tres gentes y con techo. Aquello parecía un carro. Cuando agarraba velocidad, hasta nos daba miedo. Le tuvimos que poner un freno especial con una suela de hule en forma de palanca para podernos detener.
Estos recuerdos vienen ahora porque hace unos meses, fui con mi familia a un parque de San Luis y vi a unos niños lanzándose desde una preciosa loma de cemento pulido con unos cartones.
Y como en el fondo yo soy un niño, invite a los míos y me lance con la cara más fresca del mundo desde la punta de la loma, y que creen? ¿ Qué creen? Les gane a todos, lo que se aprende bien jamás se olvida, y después de tirarme como no se cuantas veces, mi mujer fue la que con una mirada de, basta ya! Me saco de aquella fiesta.
Quedan los recuerdos y las “desterradas” por el piso y los pantalones rotos por todas partes y las rodillas sangrando, pero los recuerdos imborrables de una infancia disfrutada a pesar de los pesares.

10 comentarios:

Diliviru dijo...

Que hermoso relato, es maravilloso volver a sentirse niño de vez en cuando.

Angel Collado Ruíz dijo...

Gracias Dili, no de vez en cuando debemos ser niños siempre, solo que madur(ritos). Linda secre que tienes, un saludo para ambas y un besito . angel

Carmen Rivero Colina dijo...

Ángel, ¿si yo te dijera que yo jugué a eso pero allá en Brasil, me crees?
Allá se llama "carinho de rolimã".
Besos

Carmen Rivero Colina dijo...

Ángel, se me olvido decir que algún día se nos presentará la oportunidad de tirarnos por una cuesta y no sabría decirte si sería capaz de ganarte, pero mis carcajadas se van oir en todo SLP, de eso sí estoy segura....
+besos

Rodrigo Kuang dijo...

Hermano, mi loma en Marianao era la de 86, cruzando 9na, esa estaba tan empinada como la tuya y en tiempos de lluvia aquello era el Niágara, y las tiraderas eran inagotables, y no sólo en chivichanas sino también dentro de barriles vacíos, con una temeridad que creo hoy no le permitiría a mis hijos. Tengo que decir que mi infancia en Marianao fue la más feliz del mundo. Vivíamos en una burbuja, teníamos algunos jugetes de Taiwán una vez al año y lo demás lo inventábamos con esa voluntad creativa que lo mismo resolvía una chivichana que una carriola, o una ballesta (cuando las aventuras de Guillermo Tell) o un rifle con balloneta (cuando Los Incapturables), y todo de madera rústica. Teníamos un litro de leche diario, carne rusa a montones y un futuro esplendoroso por delante.
De todo lo que había en Marianao en los setenta, creo que justamente lo único que ha sobrvivido ha sido la chivichana.
Un abrazo
Wichy García Fuentes.

Angel Collado Ruíz dijo...

"Carinho de rolima". Carmen, me imagino las broncas contigo, tu me recuerdas a mi Abril, nunca quedandose atras, por eso ahora tiene esas broncas con los jefes, el machismo no acepta , que existan las mujeres intrepidas. angel

Angel Collado Ruíz dijo...

Carmen , aqui estoy mas puesto que un calcetín , eso es vida no lo dudes.

Angel Collado Ruíz dijo...

Rodrigo, cuando las aventuras de Guilermo Tell, ja,ja,ja, yo no habia nacido.
Increible lei lo de el Espreso, yo no vivi esa programación, pero en Cuba caes en desgracia en 5 minutos.
Lo entiendo.
Todavia a mi me toco el punto de leche, los yogurt de vasito, los medallones de pescado en las pescaderias plasticas. Maso el 10 del equipo Cuba de futbol
Pero mas pa' tras, Capiro, Marquetti, Pedro Chavez, Urbano , Ñico Jimenez, Laffita,los Industriales, mejor no digas nada, soy prehistorico, pero bien chapisteado.Un Chevy 56 V8
Un abrazo, al menos hoy algo recordamos, bonito.

Meulen dijo...

Sin duda , cuando se es niño , se hacen estos juegos y compartidos entre muchas cosas más...

Y estos juegos también los realizábamos también en mi edad infante...y lo pasábamos super en medio del campo...

Angel Collado Ruíz dijo...

Valgame Dios cuantos amigos hablando de juegos y cosas infantiles.
Les debo pues otra de infantes, para algrarnos un poco entre muchos recuerdos y pasatiempos que si se vivieron a plenitud, deben quedar por ahí , en forma de cicatrices gravados luego.un beso y un abrazo a todos. angel