martes, 11 de agosto de 2009

El Don de la palabra..


Me rindo ante la palabra, la frase hábil, la traviesa figura de sus vuelos, la improvisada caricia de sus notas que se funden, miman o doblegan la inteligencia humana.
De mas profundidad no se debe presumir en la vida que de dominar el arte de la expresión. Solo competida por la belleza y de esta la que se da de forma natural en los intensos paisajes que Dios nos provee, la humana es relativa y suele perderse con los años y siempre se quiera o no engañar al calendario, acaba siendo visible el deterioro. Pero la inteligencia no muere. Es como un pozo de sabiduría que no se colma. Que no fenece nunca. No teniendo humana forma de completarse. Siempre retadora, siempre a la espera de un algo nuevo, siempre como un desierto sediento a la mucha o poco agua, expectante. Ávido el cerebro adsorbe la información y la convierte en arte si se le sabe sacar partido al transmitir. Que es cuando brilla y se esmera la raza en divulgar sus dones, en ese carisma con que algunos, saltan de la nada. Estando agazapados, a la furia de los estrados públicos o a la corriente apacible de las conversaciones sutiles de encanto discreto como perfumes suaves y dulces de mujer. Cuanto más inteligentes, más peligrosas, mas duchas en el decir, mas temidas de la ignorancia, que lo sabe y la margina, envuelta siempre en una neblina de envidia, que el talento destroza como rasga la luz todo cuanto ilumina.
De este mundo de palabras carecemos, por ello cuando surge, una en un millón, se inclina la modestia y ofrece respetos, para enaltecer al Don, que Dios puso por igual en la testa de todos mas solo unos pocos se dan tiempo de utilizar.

2 comentarios:

Carmen Rivero Colina dijo...

Soberbio, después de eso ¿qué puedo decir yo?....nada...
Besos

Angel Collado Ruíz dijo...

Nunca se dice todo sobre la palabra, el ente vivo del discurso, la trasmisión del conocimineto, la seducción, todo lo puede la palabra. gracias por tus palabras Carmen.