martes, 7 de julio de 2009

Mujer inteligente.

Una mañana, el marido vuelve a su cabaña después de varias horas de pesca y decide dormir una siesta.
Aunque no conoce bien el lago, la mujer decide salir en la lancha.
Se mete lago adentro, ancla y lee un libro.
Se acerca un guardián en su lancha, se aproxima a la mujer y le dice:
- Buen día, señora. ¿Qué está haciendo?
- Leyendo un libro -responde ella. (Piensa:¿No es obvio?)
- Está en zona restringida para pescar -le informa él.
- Disculpe, oficial, pero no estoy pescando, estoy leyendo.
- Sí, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento, tendré que llevarla y detenerla.
- Si hace eso, le tendré que acusar de abuso sexual -dice la mujer...
- ¡¡¡Pero ni siquiera la toqué!!! -dice el guarda.
- Es cierto, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento.
- Disculpe, que tenga un buen día, señora.
Y se fue...
MORALEJA:
Nunca discutas con una mujer que lee. Sabe pensar.

Envía esto a mujeres que sean pensantes...
Y a los hombres que sean capaces de reconocer esa inteligencia.
¡¡¡Si recibes esto, eres inteligente!


Yordanka, gracias mi hermana por enviarme esto, eres la viva muestra de la inteligencia femenina. un beso a todos por tu casa.

4 comentarios:

Carmen Rivero Colina dijo...

Ángel, a ver que te parece este...

Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero, diez hombres y una mujer.
La cuerda no era suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que decidieron que una persona debía soltarse, de otro modo, todos caerían. No lograban elegir quién sería esa persona, pero entonces la mujer, con voz firme, anunció que se ofrecía voluntariamente para soltarse de la cuerda.
Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a relegar sus intereses propios, ya que:
- Como madre siempre daba prioridad a los hijos.
- Como esposa, anteponía los intereses de su marido a los propios.
-Como hija se doblegaba ante su padre.
- Como profesional permitía que sus jefes obtuvieran el crédito por sus logros.
- Como mujer, dijo alzando la mirada hacia el infinito y poniéndose una mano sobre el corazón: su misión en la vida era sacrificarse por los demás, sin esperar nada a cambio.
Eufóricos de emoción y orgullo, los hombres como siempre tan pendejos, rompieron en aplausos... y se cayeron los babosos.
Moraleja para los hombres:
Nunca se confíen de la abnegación de la mujer, es noble pero no pendeja.

besos

Angel Collado Ruíz dijo...

Carmen estas jugando con fuego, no te voy a aplaudir

Carmen Rivero Colina dijo...

Sabes que no soy mujer, así que no tienes de qué preocuparte.
Besos

Angel Collado Ruíz dijo...

Carmen que venga Dios y lo vea.