miércoles, 29 de julio de 2009

La Felicidad al alcance de su bolsillo.



Un enorme gusto, satisfacción, placer, con estas palabras describen los diccionarios a la felicidad. Pero no es tan simple el asunto.
Durante siglos la raza humana ha perseguido la felicidad por disímiles caminos, bajo signos complejos y cuestionables, Muchas más veces confundiendo, que aclarando conceptos.
Al punto que en muchas de las Capacitaciones sobre motivación debo hacer un hincapié profundo en aclarar el concepto erróneo que sobre el dinero, tienen algunas personas no poco preparadas y estudiadas. Haciéndoles entender que el dinero es un satisfactor, no un motivador y últimamente he cambiado la estrategia al mencionar el dinero como un cierto “resolvedor” de algunas cosas, solamente.
La felicidad es algo mas profundo y a veces, mas de lo que creemos al alcance de todos los bolsillos, como dice Silvio en una vieja canción.
Entonces por qué hacemos difícil lo fácil, por los enfoques que nuestras posibilidades económicas y culturales involucran.
Un padre con una situación monetaria holgada, brindará a sus hijos un abanico de ofertas muy tentadoras, que de poco servirán si no existe un soporte coherente detrás, cuando a coherente me refiero, significa, no suplir convivencia familiar con objetos, que pueden llenar una necesidad, peor nunca afectivo-emocional, de la que tanto carecemos en estos años.
Este dilema es el que no encuentra explicación en muchas familias con posibilidades materiales, al quejarse que les dieron todo a sus hijos y el pago o el resultado no ha sido lo esperado.
Sin desear entrar en detalles y familias de clase pudiente o humildes, se respira un aire de desintegración tremendo, quejándose de carecer de recursos necesarios para satisfacer a su respectivo núcleo primario.
Radica o no el dinero en este tipo de tema tratado, es o no importante contar con recursos materiales.
Un dilema no pocas veces álgido y discutible.
Opino que el dinero resuelve cosas, pero no compra la felicidad.
El dinero puede resolvernos muchas cosas, pero no cubre aspectos íntimos de la psique del hombre como especie racional.
Y que el dinero, nunca es suficiente para satisfacer vanidades y egos.
Por tanto todo esto nos pone de vuelta al principio, cuando el hombre andaba desnudo y comía frutas y vegetales, era o no feliz?
Fue feliz el hombre, solo hasta que llego a la luna, se compro un ultimo modelo de algo, o logro un predominio sobre otro u otros.
La filosofía derivada de tanto analizar esto, me lleva de cabeza a cosas más simples.
Cuanto tiempo efectivo dedica a su familia, un día, medio, un fin de semana, apaga su celular y lo dedica enteramente a su familia, son felices con Champán y caviar o con pizza napolitana y refresco de cola, cuenta con un sistema vinculativo familiar basado en valores del alma, o en valores bancarios.
Ah! Que tema verdad. ?
Mi madre nos entretenía a mis primos y a mí con un aparato de vistas fijas que pasaba películas cuadro a cuadro de cuentos clásicos, apagaba la luz proyectando contra la pared, en silencio los tres niños de la casa y algún amiguito querido, disfrutábamos de una función que esta en la mente viva después de mas de 45 años, buena memoria o buena pedagogía. ?
Ahora los padres justifican con crisis, recortes económicos o mil dificultades modernas la ausencia de convivencia familiar.
Yo narro mis vivencias no con la intención de ponerme de ejemplo, si no dar una opción de meditación a los que por ahí de pronto me visitan y leen.
En los días más difíciles, en que mi negocio fracasaba y los acreedores mas duros estaban sobre de mí, opte por crear algo extraño y no común, “nos atrincherábamos”, extendían unas colchonetas en la sala de nuestra casa y buscaba mi mujer todas las cobijas y apagábamos las luces y conversábamos, sobre La Biblia, Dios, las acampadas a donde habíamos ido en ocasiones pasadas, la familia lejana, cuentos de la escuela, nos reíamos, los niños hacían chistes.
Nos reíamos y orábamos a Dios por un sueño bonito, y nos dormíamos todos juntos revolcados.
Amanecía motivado y restaurado de mis preocupaciones y ocupaciones, pero renovado y con la seguridad que mi familia, desgraciadamente al tanto de nuestra difícil situación se fortalecía en vez de destruirse, un mérito, no debo decirlo por modesto. Pero para los que hemos sufrido problemas matrimoniales, divorcios y separación de hijos y es como una enciclopedia de situaciones emocionales, la familia, cuando maduramos adquiere una dimensión extraordinaria, un valor supremo que no derrumba, ni estremece, ningún contratiempo que Dios no pueda resolver. Moralejas, muchas, cada familia es una y a su vez otras derivadas. Sé puede ser feliz, Sí!, Pero solo depende de los actores que lo deseen, ya sea con mucho o con poco, el éxito pudiera estar en la convivencia y el amor familiar. Y la confianza en Dios.


foto: Gatos acampadores.

1 comentario:

I. Teodoro dijo...

Hola, amigo Collado: llegue a este blog con la curiosidad, por tu exaltado (entusiasta) comentario en Negros, el mio, sobre lo del flamenco negro. Bueno, prometo volver con mas calma, pues se ve interesante; pero sobre la encuesta, solo recuerda que "el otro" tambien tiene motivos 9juicio) y no solo prejuicios. Igual es intuil que la quite, pues esta vencida, pero se trataba solo de conocer la percepcion nacional sobre el tema, no una toma de posicion, jaja
Saludos