Me he perdido de algo, entre tantas vidrieras, soportando a la vida conquistando quimeras, dejando de lado la sonrisa perfecta, la canción comprensiva, la distancia entre todos.
Me he fugado del mundo, como decepcionado, cuando todos peleaban por tocarle el costado y después al partir todos han blasfemado.
Siempre acabo en silencios que no encuentran repuestas, observando las frases con que adornan las calles, los políticos hábiles, prometiendo, porque nada empobrece, prometer ya lo es todo.
He vuelto desde abajo, un café me acompaña y los restos del mundo se pervierten afuera. Lleno de cicatrices he pasado la vida, solo me acompañaban esperanzas fugaces a las que me aferraba como a viejas gaviotas para emprender el viaje.
Me he perdido de algo al doblar una esquina, con la melancolía que se aferra a mi brazo, y si el mundo supiera que nostalgias me invaden, cuantas cosas arrastran las ideas, cuantas bagatelas nos rodean haciéndonos guiños, desde afuera del vidrio de la tienda virtual, la pobreza moral regatea un instante la debilidad furtiva, donde viajan los sueños del poeta, en la risa de los infantes desnutridos y las hermosas señoras perfumadas que los ahuyentan.
Donde la vanidad es un gran carrusel de estiércol que se trueca en virtud, aparentando ser. Como si el dinero pudiera comprar un traje de humanidad distinto y el mundo fuera un modo de pronunciar en otro idioma : Soy yo , Asi es la vida ! . En la silente orilla de playas conocidas una canción olvidada reclama mi memoria.
Me he fugado del mundo, como decepcionado, cuando todos peleaban por tocarle el costado y después al partir todos han blasfemado.
Siempre acabo en silencios que no encuentran repuestas, observando las frases con que adornan las calles, los políticos hábiles, prometiendo, porque nada empobrece, prometer ya lo es todo.
He vuelto desde abajo, un café me acompaña y los restos del mundo se pervierten afuera. Lleno de cicatrices he pasado la vida, solo me acompañaban esperanzas fugaces a las que me aferraba como a viejas gaviotas para emprender el viaje.
Me he perdido de algo al doblar una esquina, con la melancolía que se aferra a mi brazo, y si el mundo supiera que nostalgias me invaden, cuantas cosas arrastran las ideas, cuantas bagatelas nos rodean haciéndonos guiños, desde afuera del vidrio de la tienda virtual, la pobreza moral regatea un instante la debilidad furtiva, donde viajan los sueños del poeta, en la risa de los infantes desnutridos y las hermosas señoras perfumadas que los ahuyentan.
Donde la vanidad es un gran carrusel de estiércol que se trueca en virtud, aparentando ser. Como si el dinero pudiera comprar un traje de humanidad distinto y el mundo fuera un modo de pronunciar en otro idioma : Soy yo , Asi es la vida ! . En la silente orilla de playas conocidas una canción olvidada reclama mi memoria.
fotografía : del film " Luces de la ciudad". Charles Chaplín.
2 comentarios:
Tienes una forma muy rara de fugarte…o yo soy muy torpe. Seguramente la segunda opción sea la correcta, porque sigues ahí…dándonos otras perspectivas de las cosas y a la vez lecciones tan magistrales.
Besos
vemos lo que nos acostumbraron a ver, pero hay un mundo que nos mira tambien, y habemos algunos que miramos desde afuera y otros que no pueden ver, y otros pocos , que no están interesados en ver y yo hastiado ,quiero irme a la orilla del mar, andar sin zapatos, tener menos de todo lo que me sobra y escribir.
Publicar un comentario