¿De quién es uno?. Me he preguntado. Después de Dios, uno es de quienes lo quieren. Uno no se pertenece por entero, se da y ese darse conlleva un recibir y eso llena todos los vacíos. Compensa, en tanto estamos, las ausencias y nos fortalece al alma. Por ello cuando me pregunto de quién es uno.? Solo el viento me responde, de quien lo quiera y respete.
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