lunes, 6 de julio de 2009

Violencia.


Esto no es un poema, me niego a aceptarlo como tal
No tiene la rima deseada, en la denuncia habita
Se mueve entre mis manos como flama y desdicha
Hiere y me provoca sentimientos de rencor enormes
Esto no es un poema es una denuncia a los sentidos
De la blanca sonrisa brotan frías lagrimas de odio
Se olvido la risa que una vez amaneció en tus labios
La mirada hermosa se trocó en angustia y rictus
La frescura del aroma de los besos tiernos deseados
La palabra que alimentara la creación más bella
Dio paso a la bestia, desencadeno la furia, imprevista
Marco al corazón y fustigo la esencia juvenil y única
Desolando como viento negro la imagen romántica
El castigo inmerecido deambula sin mayor control
Sembró de malestar la noble entrega haciendo del amor
Violación desmembrada y faena de desprecio y maldad
Si tan solo vieras por encima del martirio sus bellos ojos
Agazapados entre las sabanas temerosas del golpe dado
Si pudieras medir tu infortunio creado en los traumas
Si tuvieras el valor de ser hombre y marido cariñoso
Pero no sabes, nadie te ha enseñado, eres bestia
Que no halla el camino y encabrita los modales
Devastando en un segundo la dicha de lo sublime
Para degradar a miseria la condición humana poseída.
Que entre gritos y golpes desmeritas y socavas.
foto: mujer muerta en una morgue.

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