sábado, 25 de julio de 2009

Libre.


Calladamente obstinadas, contadas una a una las palabras
Lo asedian
Dejan como mundos ciegos una multitud de dudas
Metáforas de lo inalcanzable
Lugares donde las manos parecen temer involucrarse.

Al fin de alientos se conforman los días entregados
Y por sobre el miedo o la duda
La confianza resurge
No pregunta como ni pregunta cuando
Solo observa nacer de las cosas idas
Que lo hicieron prisionero

Por sentirse humano de invisibles fibras
Entre los esteros de las cosas sin vida
Un naufrago regresa
No intacto, ni victorioso
Solo regresa
Callado vuelve.

A mitad del agua sus pies flaquean
A merced de los tropiezos avanza
Cayendo pasa
Y levantándose

Llorando y luchando a solas con los tiempos
Extendidos los brazos
No encuentra asidero

Renaciendo al rayo nuevo de los campos vuelve
Aceptando su vida en silencio
De las piedras brota la vida incrustada
Razón demostrativa de su existencia

Aferrados sus dedos entumidos por la dura noche
A una figura cálida
Salta y sale fuera.
Al nuevo destino que otros planes forjan
Con nuevos proyectos dibujados
Entre escombros de una vieja vida
Que no puede liberar todo cuanto acarrea
De prejuicios torvos y decepciones acaecidas
Con un nuevo nombre
Pequeño.

Grabado en un diminuto grano de arroz
Una promesa cumplida
Al rayar el alba de su nueva vida.


boceto de un Cristo de Dalí.

2 comentarios:

Meulen dijo...

Hola amigo
un gran saludo para ti como siempre contando y develando sentimientos y verdades que tocan a muchos en las tantas vicisitudes de la vida...
un abrazo de afecto como siempre!

Angel Collado Ruíz dijo...

Gracias Meulen, te debo unas palabras , será pronto, Angel