Me he de morir un día,
¡ Gracias a Dios!
Si no que terrible fuera
que infértil y aburrido,
Para darme un escarmiento
de tenebrosa soledad.
Mas antes de ese día inesperado
todo de ti lo habré ganado
Tu risa clara, tu vida frágil
la mirada sencilla
amanecer a tu lado
trabajar contigo
caminar juntos infinidad de caminos
y volverlos a andar sin aburrirnos.
Esa magia oportuna
clara y necesaria
recalando muy hondo
quedara cuando ya no exista.
Sé que sobrevivirás a mi partida
con una sonrisa nueva
con vida propia
conquistada
y muchas ganas de seguir
adelante hasta encontrarnos
Explorando otras formas
mas sencillas y claras.
2 comentarios:
Ángel, no dejo de reconocer que tienes mucha razón en lo que dices...y además "depositas" las palabras de tal manera que hasta suena bonito, pero sabes que ese tema me pone los pelos de punta...
Besos para todos por ahí.
Podria pasarme lo mismo, pero... ya casi no tengo pelos.
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