Un pueblo vive envuelto en muchos asuntos complejos, dividido en sus planteamientos, validos cada uno, desde mi punto de vista y respetables, puedo entender ese afán por defender una revolución, desesperadamente aferrados a cuestiones que ya son bien entradas en el pasado.
Se precisa en virtud de tal realidad emigrar a situaciones que propongan cambios profundos y ajustes perentorios sin dilación ante las eventualidades que se ven arribar aceleradamente y los pronunciamientos superficiales y banales de su dirigencia histórica.
En la realidad, el proceso llamado revolucionario como tal, deja de serlo aproximadamente por el año 1970, precisamente con la ley de educación que otorgaba el salario completo con la jubilación, a los maestros, después en muy poco tiempo fue derogado, si alguien cree que sucedió algo novedoso digno de ser incluido dentro del proceso revolucionario cubano, después de este periodo que me lo cuente. Cuba y su gobierno actual están sumidos en un sopor peligroso, purgándose y ajustando cuentas, inseguros y a la saga de cuanto se cocina para ellos.
Por primera vez en años se ha volteado la jugada y van a la defensiva de los acontecimientos, esto a todas luces los hace tomar la contraofensiva belicosa y comenzar nuevas peleas, en lugar de vislumbrar alianzas y canalizar los eventos que están por llegar, a la vuelta de la esquina, afianzando la unidad con medidas inteligentes y renovadoras. Pero eso seria pedir al lobo que se vuelva caperucita, no deja de ser un sueño más.
Cada día que pasa el final de este vieja guardia stalinista se va deteriorando mas, en el fondo han hecho tanto daño que los logros de un principio queda hondamente superados con años de crisis, dificultades y sinsabores.
Y al descomponer tanto el mosaico nacional, tratando de sacar partido de una nación dividida, rinde ahora sus desgraciados frutos, la apatía, por las promesas incumplidas, el modo de vida al descubierto de los lideres históricos, el cansancio natural que aportan los años y sobre todo y lo mas desmoralizante, el enemigo comienza a trabajar desde otra perspectiva, bajando el nivel de confrontación al punto de allanarse aliados dentro de Cuba con una posición sensata en momentos donde nadie sabe hacia que rumbo estará enfocado el fuego amigo, por lo que el inmovilismo se recrudece, ante el miedo natural de tomar acciones que no sean del agrado del alto mando.
Estamos en un punto máximo de debilitamiento como nación y para engañar al enemigo tanto interno como externo no tarda en comenzar la represión, manifestada por muchos como política de un estado desesperado. Y una campaña distractora con cualquier pretexto habido con la finalidad de cohesionar los pedazos de pueblo que ellos mismos han roto para su beneficio personal.
Cosa que me preocupa por lo complejo de la situación mundial y la vulnerabilidad del pueblo cubano.
2 comentarios:
Hola Ángel.Podrían empezar por dejar de tratar al pueblo como un ganado cuando son personas. Porque los días pasan, las visiones se aclaran hasta que un día despiertas y te das cuenta que no puedes seguir porque ganado se marca, se azota, se hierra, se engorda y se mata pero con personas es diferente…
Besos
Carmén , por primera vez en años veo a mi pueblo desesperado al maximo, incredulo que pueda este gobierno sacarlos adelante, sin un socio de turno, estamos ante la antesala de algo muy peligroso. Gracias por tus palabras simempre son bienvenidas , eres de casa. un beso angel.
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