De la vida un ápice no es tuyo
Sudas la camisa por el jornal
Y sueñas con una cena modesta
Algunos con velas
Cuando hay otros debajo de ellas
Y las miles de ideas que encierran
Las mentes humanas
Cuando sueñan
Y ambicionan
Estériles atenciones
Yo miro los ojos de los niños
Tan sinceros
Cristalinos y sonrientes
Carecemos de todo
Y vivimos comparando
Mi fealdad, con la arrogancia
La dulzura con la belleza
Agonía de maltrechos
Inseguros caminantes
Mi pecho diera
Abierto y cálido
Si se pudiera
Por una mano que me tendieras
Una sonrisa franca
Y tus palabras mejores
No las más bellas
Las mas sinceras
No lo notas estoy tan solo
Y me haces falta.
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