domingo, 15 de marzo de 2009

La ciudad.

A lo sumo todos pasan
cargando una cruz pasan
burlándose del mundo
prepotentes y tozudos
comerciantes y empresarios
chicas bellas perfumadas
jóvenes al parecer
hablando solos
desde teléfonos ocultos
y micrófonos sofisticados
Dan la impresión de locos.
En la esquina del barrio
la tendedera de periódicos
nos marca el paso de la guerra
una crisis que se sospecha
y él ultima partido de béisbol
la actriz bonita se desnuda
anunciando la portada de...
las señoras regañan a los maridos
que miran esas cosas
y la polución, las ratas corriendo
al borde de la acera sucia
y llena de basura
en el centro otra manifestación
un compromiso de campaña
que no se cumplió
la tenencia continua
nadie hace declaraciones
y los periodistas inventan noticias
lloverá mañana en Altamira
a cien kilómetros de aquí
los autobuses asesinos
aumentan su costo
en San Luis nadie cede el paso
a los peatones.
La mañana esta fría
En la tarde hará calor
Lloverá en Altamira
A cien kilómetros de aquí
La educación ha dado un salto cualitativo
En vez de dos horas de receso
Ahora tendrán los maestros
Solo una hora.
En la presidencia
Se cambiaron de compañía telefónica
Las verdades suelen escamotearse
El masiosare continua siendo
El extraño enemigo
La vida sigue
Julio Iglesias dio un recital
En la plaza de toros
Lo vieron los mismos
Que asisten a las corridas de toros
La ciudad es un caos
Una guía de turistas
Le explica a los visitantes
Que la santa inquisición
Era la rama operativa del vaticano
Afuera de una iglesia
Un ciego mira a trasluz un billete
No sea cosa que sea falso
Mientras distraído
Vuelvo de la escuela a mi casa
Hoy no pude dar clases
Las alumnas no han ido.

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