Conocí a José Antonio Mendez, a principios de los años ochenta en el Pico Blanco del Hotel Saint John’s en el Vedado, en una de esas raras veces que estaba en Cuba, junto a Angelito Díaz, fue una noche muy agradable, después viaje a la Cd, de México y me adentre en otro mundo musical, hasta que un día me avisaron los amigos de la Casa Cuba, que Consuelito Vidal, la mamá de Amaury Pérez, y un grupo de gente del Feeling, darían una función en una sala al sur de la ciudad, cuyo nombre ahora no logro recordar, y hasta el lugar me fui, seria el año 1987 acababa yo de regresar de los EEUU. Y traía una sed de música cubana y nostalgias por la patria.
La función fue excelente, ver a Consuelito, me devolvió años de infancia y recuerdos muy agradables.
Salimos de allí mi exesposa y yo rumbo a la avenida Reforma para seguir por nuestra cuenta la fiesta.
A media noche nos dirigimos a comer algo a un restorán de la zona rosa y cual va siendo nuestra sorpresa allí estaba José Antonio y tres personas mas cenando con él, me acerque y los salude, tan amable como siempre, me tendió su mano y a petición mía le regala a mi esposa un autógrafo que no se por cual egoísta motivo yo conservo.
Después supe la triste noticia, un autobús lo atropello en la Habana, el hombre que llevo el sentimiento cubano por todo el mundo, perdía la vida en la Ciudad que tanto amó.
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