Ay! lenguaje errante
Ay! oídos sordos.
Ponme entre las manos
La semilla ultima
Como rosa muerta
fruta ansiada
manso tesoro de multitudes
las venas raidas
polvo de otra tierra
lejana y mía
cúbreme con ella
llora por mis ojos
llanto mío
desde el fondo de la nada
Satisfecho.
Carne y polvo
triturados y vivos
aún
dispuestos para la batalla
simbólica del alma
dispuestos a la gloria
dejando el surco abonado
los brazos prestos
la visión encendida
al amanecer cúbreme
sobre mi muerte pon
las franjas y la estrella
que amante brilla
con su luz inagotable
destinada para siempre
a la vida.
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