El tesoro de la humildad.

El Imperio Ingles, fue derrotado en la India por un hombre pequeño de estatura, pero con una de las inteligencias más grandes y humildes de la tierra.
Durante siglos se aferraron los británicos a su posesión mas codiciada en Asia.
Para ello, no dudaron en esclavizar, explotar y matar seres humanos indefensos.
Un día surgió este hombre maravilloso conocido por todos como Gandhi, y logró unir con su verbo de aliento y esperanza las ilusiones que un pueblo tenia de ser libre.
Suele ser muy oscura la noche antes que despunte el día, pero la luz de este inunda de alegría y de vida todo cuando abarca.
Igual pasa en los países donde los hombres no respetan a sus semejantes y roban la paz social y se apropian de los tesoros de la nación y hunden en pobreza a sus semejantes, mientras con todo cinismo le hablan de libertad y prosperidad.
Cada pueblo tiene un libertador, que mueve con sus ideas la inercia de los hombres que temen perder lo poco que tienen, o por su cortedad de miras no desean cambiar las condiciones en que viven por temor a perder su vida o sus pocas poseciones.
Otros luchan sin desmayar por dar libertad a sus pueblos, aman y tienen quien los ame, no temen dar su vida, cuando los ideales por los que luchan dominan su pensamiento y su actuar.
Esos hombres que luchan hasta las últimas consecuencias por una causa justa de libertad, son tan necesarios a los pueblos como la luz y demuestran a los demás seres humanos, la sencillez y la modestia que caracteriza a los grandes hombres.