Mientras mas democracia existe en una país, menos presos políticos hay.
La libertad de poder expresar puntos de vistas y participar en la vida pública limita este tipo de situaciones.
No podemos continuar padeciendo el encarcelamiento y las detenciones arbitrarias y la intimidación que se viven en Cuba.
Es nuestra obligación denunciar que este tipo de conductas viola descaradamente las normas de convivencia, la paz social y el estado de derecho que rige a la mayoría de los países del mundo.
Sé que en Cuba, el estado de derecho es la tiranía, por ende ellos, los represores, no temen violar ninguna garantía.
La actual escalada de inseguridad que se vive en nuestra patria, no tiene comparación con ninguna época anterior de la vida moderna cubana.
Y se pone a la altura de otras tiranías que ha padecido nuestra América.
No van a acabar los presos políticos y de conciencia en Cuba, por más que lo pidamos, puesto que no están maduras las condiciones para permitir que el pueblo se exprese en todos los ámbitos con total libertad.
La tiranía cubana, vive muerta de miedo por ello reprime y encarcela, pero no puede detener ya la justa rebeldía de los ciudadanos.
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