“Yo veo un México con hambre, con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. “
Luís D. Colosio Murrieta. Precandidato Presidencial, asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana 1994.
México cumplirá en Septiembre dos siglos de haberse independizado de España. Los Estados que lo conforman, las diferentes ciudades y municipios del país se preparan tímidamente para celebrar dicho acontecimiento.
A dos siglos de distancia, la democracia en tierra Azteca es un convulso crisol de conflictos que desangran al pueblo.
Sin poder encontrar un camino sólido y coherente, se envuelve a la patria en una oleada de desquiciantes maniobras, que enrarecen aún más el clima de angustia y desesperación en que vivimos.
A casi doscientos años de una acción que nos puso en la geografía mundial como una entidad libre, nuestra gente vive agobiada de dificultades de todo tipo.
México no puede presumir en el escenario internacional de un solo logro que pueda ser digno de halago.
Viviendo una guerra que ha costado la muerte a más de 20.000 personas.
Estamos ahogados hasta el cuello en un mar de corrupción.
A todos los niveles y sin que se pueda hacer algo para controlar las finanzas publicas, saneándolas.
Nuestros políticos detentan altos salarios no comparables a homólogos del continente y su desempeño es de gran mediocridad.
Los servicios que los gobiernos de la Republica brindan a la ciudadanía carecen de la supervisión y la seriedad que ameritan el respeto y la buena conciencia.
Ciudades enteras se inundan por falta de una planificación urbanística, por que prima el desorden en los permisos de uso de suelo.
Año tras año las perdidas de enceres domesticos y daños en casa-habitación, deja enormes déficit al erario publico y repercute en la magra economia de la ciudadania.
No veo que sé le de solución correcta y definitiva a estos percances.
El transporte publico, concesionado a pulpos camioneros que no tienen llenadera, se convierte en un atraco a mano armada.
Autobuses de pésima calidad, caros y peligrosos.
La Educación, renglón estratégico que nos debería sacar de nuestro subdesarrollo, arrastra un rezago impresionante, liderado por un sindicato corrupto y traidor a los intereses del pueblo de México.
Cada año se quedan sin estudiar carreras universitarias incontable cantidad de jóvenes, por no tener los recursos necesarios. Urgen Centros Universitarios completamente gratuitos.
El sector salud es un desastre al tener fuera del sistema a millones de mexicanos que no cuentan con un nivel honroso y seguro de acceso al área de salud.
¿Qué celebramos entonces, una fecha desprovista de realidades, una farsa para engatusar incautos?
Una celebración entre iguales que se han repartido la Republica en perjuicio de un pueblo que no ve para cuando poner a la mesa la democracia y los valores.
Se hacen realidad entonces las palabras que le costarán la vida al precandidato presidencial Luís Donaldo Colosio:
“Yo veo un México con hambre, con sed de justicia. Un México de gente agraviada”…
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