domingo, 7 de febrero de 2010

Guateque campesino.



Celina González.







Me acosté con las gallinas para amanecer más fresco. Ya puse a tono mi tres, y planché la guayabera, mis polainas relucientes y mi machete Uruguayo.



Mañana va a ver guateque y yo iré de punto en blanco.





Para Celiadas de las Mercedes. Y todos aquellos que no olvidamos los bellos campos de Cuba.



La fiesta campesina cubana, era un evento que involucraba a medio pueblo.

El motivo pasaba a un segundo plano, la fiesta de alguien en particular, se convertía en jolgorio de todos.



A media tarde del sábado, los guajiros dejando a un lado el arado y las guatacas, ponían mano a lustrar las botas y las polainas, hasta que destellaran al sol. El pantalón blanco y la guayabera de hilo fino. El pañuelo rojo al cuello y el sombrero de Yarey.

Al cinto como un distintivo el machete  colgado. El caballo bien ensillado y brioso y el corazón melodioso, presto pa`improvisar.





…Celiades de las Mercedes, blanca flor del alma mía

Blanca flor del alma mía, a quien vengo a homenajear

Asómate a la ventana para poderte cantar…





Las fiestas eran frecuentes, cumpleaños de personajes importantes, hasta la fiesta del pueblo u otro merecimiento de tributo, entre la gente que sabia cultivar.

No faltaba, hasta en el más humilde pueblo, el puerco asado, el arroz blanco, hecho con manteca , la yuca hervida y dispuesta con un mojo de ajo, plátanos en tostones según el gusto de los anfitriones, un buen ron a discreción y la decima cubana.



La decima cubana, es la música tradicional del campo cubano, derivada de las coplas españolas y versificada espontáneamente, es todo un arte y un deleite saborear en una fiesta antes del café final y el tabaco de Vuelta Abajo una buena controversia entre dos grandes poetas que disparan frases sin que nadie los contenga.



Justo Sierra, Adolfo Alfonso, fueron maestros en mi época, ya viejos pero enjundiosos.





Hoy he venido a cantarte con todo mi corazón

Hoy he venido a cantarte con todo mi corazón

Deseando que la pases feliz y con mucho amor



Y que sepas corazón que entre flores y campiñas

La flor de tu corazón adorna mis pensamientos



Los invitados se arremolinan en el lugar dispuesto, no es costumbre llegar tarde, cada cual va lo mejor presentado que pueda, limpio, sencillo, el campesino cubano no gusta de afeites y mucho perfume, el aroma de los campos basta.

Es pícaro, divertido, rápido para la frase jocosa y también enamoraò, sin hacer drama, va al grano y si no es paèl la dama, la deja y sigue el camino.



Ha cambiado mucho el campo cubano, la tierra ha quedado ociosa, el caballo abandonado y los puercos y las vacas ya no abundan en las fiestas.

Un mal nacido sujeto acabo por desterrar al guajiro rey del campo de la rivera del rio y del paisaje querido de la hermosa tierra mía.

Y lo obligó con tristeza a sembrar de pena y llanto los campos de otras ciudades donde no conoce a nadie, ni cantan su mismo canto.





Cuando yo vuelva a tu vera corral de mis ilusiones

Cuando yo vuelva a tu vera corral de mis ilusiones

Sembraremos de nostalgia y verdes palmas reales

Los campos que el egoísmo destrozo sin miramientos

Y seremos en el viento frutales desconocidos





A todos los campesinos, que sufren la dictadura. Y a todos los que confiamos que un día no muy lejano, Dios nuestro Rey supremo nos devolverá la tierra y podremos sin reparo hacer un guateque en forma, donde hoy  impera la muerte, mañana será día de fiesta.



Eduardo Abela , Guajiros.

1 comentario:

Carmen Rivero Colina dijo...

Mil gracias Ángel, has rescatado recuerdos muy dulces a mi madre. Le has arrancado una enorme sonrisa.
Besos para todos por ahí.