En sus lamentaciones el muro sigue oyendo
confesiones y letanías
Retumban las pisadas de los destructores
La ciudad toda ruinas, piedra sobre piedra
Nadie volverá a levantar el templo
ahora los que obedezcan serán el templo
En vano irán a llorar a un muro de olvido
donde Dios ya no habita.
1 comentario:
Que dolor!
el hombre en su derrotero ,compungido y desolado ...y lo que es peor, por su propia mano!
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