jueves, 24 de junio de 2010

Una revolución traicionada.

Yo sé que muchas veces escribo para un público muy politizado, que no subestimo en ningún momento, yo mismo padezco atropellos y discriminaciones por muchas cuestiones que no vienen al caso comentar ahora.


He optado por intentar explicar que es lo que muchos cubanos queremos, sin asumir que sea yo vocero de algún grupo o partido, cosa que no es así.

Hablar de Cuba y sobre todo de estos últimos 51 años, es mencionar a fuerzas, la Revolución y analizar el periodo en que se desarrolla y ser conciso debido a lo limitado del tamaño de que dispongo.

El proceso revolucionario se provocado por un golpe de Estado que da el General Fulgencio Batista y Zaldívar en marzo 13, de 1952.

A esas alturas y estando en juego la campaña por la presidencia de Cuba, este sujeto decide alterar el orden constitucional y toma el mando del Estado.

Cuba, hasta ese año, había sido un país con muy pocos golpes militares, en comparación con otros países de América Latina.

Sin embargo este suceso altera por completo el orden que se había ido dando desde la intentona revolucionaria de 1933, cuando era Presidente el Sr. Gerardo Machado Morales.

La historia tiene periodos muy interesantes y no pueden estos ser analizados a la ligera, so pena de ser juzgados sin la debida profundidad.

Es en la década de 1950 a la de 1960, cuando mayor desarrollo presenta Cuba, en todos los niveles, en infraestructura industrial, en carreteras de todo tipo, autopistas y puentes, grandes edificios y urbanizaciones variadas, colonias, fraccionamientos y alcantarillado y drenaje.

Incluso la construcción de Hospitales para obreros y clase media.

También se llega a niveles no alcanzados posteriormente en cuanto a bienestar promedio de la sociedad cubana.

Sé que sin argumentos profundos alguien podrá decir que Cuba era un prostíbulo y que estaban vendidos a los Gringos y que el campo estaba abandonado, etc. Antes de repetir sin argumentos pediría analizar todo de manera global y por supuesto no individual, en todas las épocas de la humanidad ha habido pobres, miseria y necesidades, incluso en las grandes urbes de los grandes países industrializados.

Los avances a los que me refiero tienen fecha y testimonio gráfico. Y no pueden ser negados por que son exponentes fidedignos de una década de pleno avance y modernización.

En esa década se hace el Edificio Focsa, el Habana Hilton, El Hotel Caprí, El Hotel Riviera. Por solo citar algunos. Se inicia la construcción del Edificio que hoy alberga el Hospital Hermanos Ameijeiras .

Se construye el túnel del malecón, se construye el túnel de línea y el de quinta avenida. Se urbaniza repartos de clase media y alta en la playa de Marianao, Siboney, Atabey , Novia del Mediodía, etc.

En cuestiones industriales, se hacen nuevas embotelladoras de Malta, Cerveza y fabricas de pan blanco como los Pinos Nuevos en Rancho Boyeros.

Es cierto que la dictadura Batistiana, estaba defalcando, robando y dejando robar, pero el país insólitamente progresaba a pasos agigantados y a la vista de todo el mundo.

El cubano promedio vestía bien y se alimentaba adecuadamente, en cualquier esquina de la Habana usted podía comer una completa (plato popular, arroz, bistec y frijoles negros) por muy pocos centavos. Solo basta mirar las fotos de la revista Bohemia y tendrá una idea.

Qué hace entonces que el pueblo apoye a los Revolucionarios. Batista, es un usurpador de la Presidencia de la República un hombre que se hace con el poder en contra de la voluntad popular, es cierto que está haciendo negocios sucios con la mafia de Las Vegas y con otra buena cantidad de personajes.

El país puede avanzar mucho más si se libera de esa lacra parasita, y empieza el proceso que decanta en triunfo el 1ro. de enero de 1959.

Existen sectores del pueblo con grandes marginaciones, pobreza en ciertos sectores del campo, analfabetismo, y condiciones infrahumanas en las serranías y lugares apartados.

La libertad de expresión era limitada y existía cierto límite y censura. Sin embargo en cuestiones económicas la tiranía de Batista jamás impidió el libre desarrollo del capital. Por ello la inversión fue excelentemente utilizada y la arquitectura de la Habana así lo demuestra.

Hasta aquí los antecedentes que dieron lugar al conocido a medias proceso revolucionario.

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