México: Entre la mala política y un vecino racista.

Intentando descifrar al ave negra del infortunio, y sin convertir esto en un panfleto, amanecí, para variar, tristón.

En lo que va de año, suman 17 los muertos por hechos violentos en la zona fronteriza de México con los EEUU.

Conozco bastante bien a México y a los mexicanos con quienes he convivido 26 años de mi vida. Sin ser de aquí el tiempo me otorga derecho de afinidad.

Muchas cosas conspiran para tener que irnos a jugar la vida al otro lado, y la mayoría es la poca responsabilidad social de nuestros gobernantes.

México es un país tan o más rico en recursos humanos y materiales que nuestro agresivo vecino del norte. Precisamente el ceder a una unión desigual y al poco patriótico enlace de nuestra economía y la norteamericana, dado en condiciones desiguales y en componendas de grupos políticos que no buscan más que el beneficio de ciertos capitales, estamos padeciendo las catastróficas consecuencias de un tratado perjudicial para este lado del río Bravo y ventajoso para los rubios altos de azules ojos.

El Tratado de Libre Comercio, no resolvería por si solo nuestro rezago industrial y social, pero nos ayudaría a levantarnos de nuestra situación de pobreza y retraso aliándonos con un país desarrollado y de primer mundo.

Es evidente que la corrupción administrativa, el robo y el desinterés en las cuestiones de hacer patria verdadera, es el cáncer que fulmina a nuestro sufrido pueblo. Más nos valdría traer políticos de Suecia, que remar contra corriente con estos vivales que hoy nos atracan.

Pero de estos lodos tenemos que beber agua, parafraseando quien sabe a quién.

Tantos y tan pesados problemas económicos, nos abruman y dislocan la vida nacional y vemos pasar los años y los discursos y las promesas y los Slogan de campaña proclamando: Empleo para todos, y el presidente del Empleo y ahora si se nos va a hacer, y los creyentes poniendo veladoras a la vírgenes y los santitos y nos vuelven a ver la cara.

En esas andamos cuando los padres de familia, que tienen bajo su responsabilidad bocas que alimentar y familia que vestir, léase, no digo nada más, no digo , unas vacacioncitas, un hospital seguro, un día, un dinerito fijo para retirarse dignamente.

Tienen esos padres de familia, o jóvenes promesas, ingenieros y obreros calificados, campesinos, pueblo en general , que agarrar el camino riesgoso de la frontera, jugarse la vida y pasar al otro lado, donde ya vemos las consecuencias, muerte , asesinato, atraco, violaciones, la zona fronteriza no es un paseo a Acapulco, solo los que hemos estado allí, solo los que hemos pasado al otro lado o pernoctado en el área mencionada ,sabemos las tristes palabras de aquel filosofo de nuestra canción vernácula, La vida no vale nada.

Ayer fue un joven de 15 años baleado por un soldado norteamericano, tal vez o un policía o un racista del Ku Klux Klan o un tipo arengado por un discurso racista y xenofóbico que habla de los mexicanos como si fueran poco menos que unos antropófagos, cuando la verdad es que somos y ahora me incluyo, un pueblo desesperado por mantener una familia, que busca a como dé lugar un empleo para lograrlo.

A sabiendas que solo otra revolución mexicana podrá devolvernos el derecho a vivir dignamente, porque confiar en lo políticos mexicanos viene siendo como el viejo refrán no eches vino nuevo en vasijas viejas.

Mientras seguimos poniendo los muertos, y nuestro Ejecutivo, pasea por Sudáfrica, la caldera se calienta vacía, y el México bronco acumula vapor en seco, Dios quiera no acabemos reventando.