En su accidentado paso por el poder en la isla de Cuba, el Sr. Raúl Castro, se ha visto rodeado de enormes expectativas, muchos desde adentro y otros desde afuera, creyeron , desconociendo el gris paso de este personaje por la historia cubana de los últimos cincuenta años, que con este “cambio” de mandato se lograría romper la inamovilidad del régimen. Muchas son las cosas que se requieren componer en la empobrecida patria. Pero en la realidad es poco lo que se desea hacer.
Entre las cuestiones apremiantes esta acabar de resolver el triste y desventurado asunto de los presos políticos, disidentes pacíficos y de conciencia, que ha sumido al actual gobierno en un mayor descredito internacional.
Es de todos conocidos que las dictaduras no permiten opiniones en contra de sus postulados.
Y utilizan toda la parafernalia del poder para repetir hasta el cansancio, las empobrecidas frases maquiladas desde el mundillo oscuro del poder totalitario.
Incluso invierten una buena cantidad de recursos económicos, en sostener voceros en diversos países para que les sirvan de repetidoras, por ello vemos en algunos países que no gozan de verdaderas democracias, a personas opinar sobre Cuba, como si fuera la solución real a sus problemas internos. Sin profundizar en lo que dicen por el simple hecho de estar siendo manipulados por una propaganda utilizada desde los tiempos del Ministro Goebels, en la Alemania Hitleriana.
Es un mito que todos los ciudadanos que luchamos de manera pacífica por que Cuba se inserte en el grupo de las Democracias seamos agentes al servicio de otra nación. Es una de las más viejas estrategias formuladas por la tiranía, con el afán de desacreditar a las personas que como yo, solo pretenden instaurar en mi patria, un gobierno digno, donde no se enseñoree ningún ser humano del poder y se conviertan en lideres vitalicios con toda la carga de vicios, errores y desgracias que esto conlleva para la vida nacional.
Estoy a favor de elecciones libres y directas y respetar la voluntad de la mayoría. Y que se creen periodos presidenciales razonables y alguien pueda ser removido, cuando no se está llevando bien las riendas de la economía y las buenas relaciones internas o externas.
Creer y sostener que pedir cambios en Cuba, no desear la dictadura, o estar en contra de los personajes que hoy arruinan la convivencia y el desarrollo en la isla caribeña es trabajar para intereses de una potencia como Estados Unidos de Norteamérica, es no solo maquiavélico es perverso, es aceptar que a un mal mayor es mejor dejar las cosas como están.
Si profundizáramos en tales pronunciamientos, veriamos consternados que el inmovilismo y la desazón que se vive en Cuba y la ruina de la economía y la confrontación diaria y la polarización, el hambre, la miseria, la destrucción de la flora y la fauna, el ecosistema y el deterioro físico de la infraestructura habitacional, es asunto que no preocupa a los personajes políticos, porque sencillamente ellos no padecen, ningún tipo de situación que los haga convivir con estos puntos negativos.
Sé que por ahí puede saltar algún ladino para decir que el derrame de petróleo en el Golfo de México, la guerra en Irak y los graves errores de tal o más cual presidente.
Yo escribo sobre una tiranía férrea y sangrienta que debe ser bochorno de la comunidad internacional y que por miedo, complicidades o intereses variopintos, prefieren ignorar y no sancionar en el concierto de las naciones libres de este mundo.
El postergar un poder indigno más allá de lo racional , el querer adueñarse de un país , sin importarle para ello destrozar lo que no hicieron ellos, el matar , torturar y encarcelar a ciudadanos por desear expresarse, el impedir que los nacionales entren o salgan libremente, el rendir cuentas efectivas de los ingresos y la forma en que se utilizan, el informar al pueblo el porqué la industria azucarera ha desaparecido, violar todos los postulados de los derechos humanos a que son acreedores los ciudadanos sin medir raza, posición social , sexo , etc.
Esto es un crimen de lesa humanidad, y podrá el mundo cerrar los ojos indiferentes, y podrán cierta cantidad de personas desconociendo la verdadera tragedia del pueblo cubano, emitir juicios de opinión, pero los que gritamos al aire día con día lo nefasto, lo ruin y lo perverso de esta dictadura, cada instante, cada minuto, cada día llega hasta la medula de otro ser humano receptor que se pregunta, por qué, en pleno siglo 21 tiene que existir una tiranía así en el mundo?
Ellos los sensibles, los honrados, los que aman la libertad, los que lejos de juzgarme se informan y cuestionan lo que digo, son mi razón para escribir.
A cualquier cantidad de acusaciones estoy expuesto, pero ninguna cambia la verdad de lo que digo. Ninguna cambia un ápice la barbarie y la catástrofe en que un grupo de avorazados y traidores han hundido a Cuba.
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