jueves, 17 de diciembre de 2009

Premios sin mérito.


El escritor que ha aceptado vivir bajo la censura y las limitaciones de la dictadura. Por miedo o por convicción, a sabiendas que solo en libertad se puede realizar el ser humano. Ni merece premios, ni ha ganado la gloria, vive sumido en la cobardía, vive esclavo de otro ser humano, y puede ser brillante su verbo, pero su conciencia esta muerta.



No hablen de amores que he perdido
ni hablen de perdones a destiempo
no curan lágrimas presentes
errores inconsolables del pasado

leeré despacio en la tarde silenciosa
el manuscrito de los poetas malditos
revisando las fotos donde aparecían
los viejos iconos del momento

Siento mutilar el entendimiento
que florecía en las paredes del necesitado
para sembrar, inconsciencia de censores,
deseos de no saber más del pasado

No hablen de premios y menciones
que manchan la memoria colectiva
hablen de oscuros nubarrones literarios
de muertos que deambulan sin hallar justicia

Entonces cuando la calle sea larga recompensa
la poesía de los muertos enfrentará victoriosa
a los cómplices, siendo desechada la maldad
que ahora nos envuelve
oportunista.

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