martes, 8 de diciembre de 2009

Maternidad Rota.


Maternidad rota.

La mujer ha sido dotada biológicamente para ser madre. La maternidad conlleva responsabilidades y funciones que solo pueden ser llevados a cabo por la parte femenina. En primera instancia. Pero es responsabilidad de la pareja hacer que el periodo de embarazo sea con los debidos cuidados.
Ojala todo fuese en la vida miel sobre hojuelas. Antecede a un estado grávido, una serie de situaciones que muchas de las veces se salen de control. Debido a múltiples factores.
Tocaré algunos para ilustrar mi pequeño articulo. Con la autoridad que me da las circunstancias por las que he atravesado a lo largo de mi propia existencia.
Cuando las parejas pasan de los romances cotidianos a una relación sexual, las más de las veces no están preparadas para enfrentar un embarazo. Lo hacen atraídos por una suerte de mezcolanzas emocionales que distan mucho de una planificación consciente de un posible heredero.
El amor pasa por una serie de estadios naturales y reconocibles y la planificación de familia entra dentro de esos periodos.
Tener familia, no es igual a tener sexo. O viceversa. Esto debe quedar bien claro, cuando enfocamos el tema a nuestros hijos y alumnos.
Debido a la poca comunicación entre los miembros de la familia, los jóvenes actúan guiados por los instintos naturales del ser humano. Sin percatarse de las consecuencias de tales actos.
Cuantas vidas detenidas en cuestiones fundamentales, por causa de un embarazo inesperado. De un amor fuera de “control”.
Probablemente los padres, actuando impulsivamente, dejan caer una lluvia de peleas en los atribulados jóvenes que ven sumado a su situación el lidiar con violencia o reproches.
Cuando lo correcto debió darse años atrás, advirtiendo a los hijos la importancia del sexo en la pareja y enseñándoles a respetar los tiempos, por la importancia que se le debe prestar a completar una capacitación, para enfrentar los retos de la propia vida.
Lo interesante es que este fenómeno, sucede en cualquier estrato de la sociedad y no es más señalado en uno que en otros.
Acerquémonos a nuestros educandos con la verdad en la mano, no tengamos miedo de hablar sobre algo tan importante como un hijo. Sobre la responsabilidad ética y moral de traerlos al mundo. Las dificultades de un mundo cambiante y difícil y los valores que se deben priorizar.
No vamos a poder evitar que ellos tengan relaciones sexuales. Pero podemos enseñarlos a cuidar, madurar juntos y saber esperar los tiempos que marcan sus propios intereses.
Nuestros hijos son el espejo de una familia y de una sociedad. Eduquemos entonces, favoreciendo una cultura sexual, libre de traumas y complicaciones.
Si no estamos capacitados debido a nuestra deficiente educación, busquemos ayuda profesional.
Además, es muy importante hablarle a nuestros hijos de las enfermedades de transmisión sexual y sobre todo y profundamente del SIDA, una pandemia que se multiplica más por la ignorancia.
Si muchos adolescentes, ya iniciaron una vida sexual, debemos entonces hacer un alto en el camino e informar sobre tal enfermedad.
Evitemos el contagio, por ellos, su futuro y de paso, informemos para que se solidaricen con aquellos que por desconocimiento ya contrajeron la enfermedad. Enseñándoles a ser amigables con estos , toda vez que la enfermedad no se contagia, saludando de mano o beso, ni mucho menos dando una abrazo cariñoso.
Tampoco deben ver nuestros hijos, un legrado como un método anticonceptivo, cuestión que siempre marca y trauma en cualquier relación.
El sexo es algo maravilloso y tierno, cuando se lleva a cabo por parejas que ya tienen establecidos patrones de conducta maduros y responsables.
Cooperemos todos para proporcionar una educación integral a nuestros hijos y estudiantes, basada en una formación enfocada en el bienestar y la felicidad.


Foto y obra de: collado ruiz. Maternidad Rota, escultura natural en madera . Veracruz. 2005.

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