El sol derrite navajas de hielo
al dejarse ver
envuelve al aire un perfume
que se mete dentro
convergen al seno las emociones
Una pasión nunca vista los va cegando
¡Ah!, que amor de fiero mundo el suyo
cubrirla de rosas al amanecer
rojas como la grana
de muerte y celo
que al darse duelen
Siempre a la espera
quemando el alma
Expuesto el pecho
en su desnudez
Morir mil veces
que serle infiel.
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