La ultima brisa.

Cosmogonía de lo vivido
Sin dejar de ser y siendo
Aunque negar no puedo.

Asentado en la nada virginal mueca de los exabruptos
Bandeando a estribor, medio escorado
La carga de los años hace agua
Navegando en un mar de verdes nopales
Como instrumento de música eclesiástica
Dando al paisaje mi faz curtida de viejo navegante
En trance de olvido y puerto cerrado
Contador de historias sin sentido de norte.
Brújula quebrada.
Los vientos alisios me abandonaron
Por que olvide mis artes de pescador de sueños
Para poner casa en tierra adentro
Donde las gaviotas no pasan
Ni los viejos barcos anclan
Poniendo sus redes a secar al sol de la mañana

Vengativa forma de la naturaleza
No puedo caminar derecho y no veo
El suave bamboleo de las olas
Atisbo el horizonte polvoriento de mis días
Y bebo el trago frió de un café, soñoliento
A media asta la bandera indica asueto
A medio andar del mundo decido
Arriar todos los recursos disponibles y volver
Aprovechando una delgada brisa juvenil
Que anuncia: ahora o nunca, ahora o nunca

Si es el mar tu abrigo y las olas tu cobijo
Un pantalón y una camisa bastan
Los pies desnudos al roce de la arena
El salitre da sabor de gozos nuevos
A los labios cansados y mustios
Que han revivido al recuerdo
El olvidado sonido
de las sirenas graves de los barcos