Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1ra. Cor. 15:57
El domingo 26 amanecimos mi familia y yo rumbo a una comunidad cercana, con el compromiso de ir a predicar a una Congregación de la Iglesia de Cristo a donde había sido invitado. No soy predicador profesional y no lo hago habitualmente, me ayuda mi fe y mi profesión de maestro para planificar el sermón y poder trasmitir la idea principal con sencillez y claridad a las personas invitadas y miembros de dicho lugar.
Al retorno a nuestra casa, vimos un programa especial donde se hablaba intensamente de la epidemia que comenzaba a desatarse en México, las cifras aún no eran corregidas y sé divulgaban por primera vez sin meditar en los errores y la magnitud de la información vertida.
Según las oí, las informe a las personas que tienen a bien leer las paginas donde escribo, trate de borrar todo sentido de amarillismo y trasmití fielmente los datos recavados.
Por el camino México fue corrigiendo y depurando las cantidades y las cuestiones fundamentales que creía el pueblo podía digerir sin crear alarma en la población.
Es evidente que toda esta situación tomo desprevenido al gobierno y lo obligo a trabajar sobre una perspectiva nueva que fue mejorando según fueron pasando los días.
Hoy se tiene la información que la epidemia esta en una fase de control y las actividades vuelven paulatinamente a la normalidad, se han perdido vidas humanas y eso deja un dejo de tristeza en muchas familias.
Quedan experiencias para capitalizar sobre medidas precautorias y sanitarias en próximos eventos a los que como nación, no estamos exentos.
Y el país al retornar poco a poco a la normalidad, tiene ante sí el gran reto de restaurar las graves perdidas económicas en los sectores que han sido mas afectados.
Como Estado se ha de implementar una avanzada diplomática para hacer que el turismo y los sectores que de este dependen se normalicen.
Muchos son los países que se han solidarizado con México y otros ante el temor de contagio, sea o no infundado o por ignorancia, meditaran sobre los paso que llevaron a tomar medidas drásticas y selectivas, que en su momento causaron malestar en él animo de los mexicanos.
No soy una persona valiente, ni cosa que se le parezca. Ante los avisos de no acudir a misa o no besar o saludar de mano, entiendo los motivos y las normas estrictas de actuación ante una epidemia y sobre todo una como esta aunada a una información pobre y contradictoria.
Pero en nuestra familia, tratamos en la medida de lo posible continuar con nuestras rutinas habituales, con el fin de no acrecentar el pánico y no propalar noticias que a diario me llegaban vía Internet, algunas bastante dadas a la ciencia-ficción, justificadas tal vez por las lagunas provocadas por la información oficial, pero que a los ojos del sentido común era necesario desechar sin comentar.
Agradezco a los amigos y personas que se preocuparon por nosotros y en general por México, dejan en mi una sensación de amor indescriptible, que solo puede ser reciprocada con la palabra amor, en toda su magnitud y profundidad.
Vienen meses muy difíciles en lo económico, sumado a la crisis existente las divisas de muchos mexicanos se han visto seriamente afectadas por esta epidemia, Dios pondrá los medios para salir adelante y saldremos mas fortalecidos, jamás lo he dudado, la resignación ante la muerte de los familiares y amigos, hará que las familias afectadas en la parte humana repongan poco a poco sus fuerzas y vuelvan a la normalidad superando las faltas y confiando que Dios da consuelo en las horas aciagas.
Amaneció un nuevo día, la vida continua y necesitamos salir a trabajar, intentando superar emocionalmente y materialmente esta mala época donde se pone a prueba nuestro espíritu y nuestra fortaleza, confió que este sol que hoy nos alumbra, sea el signo inequívoco de una nueva oportunidad para agradecer a Dios por todas sus bendiciones y pedir con ahínco por nuestro presente, agradeciendo a Él por todo y por contar con amigos como ustedes, siempre atentos, siempre amigos. Un beso, Dios los bendiga. angel
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