Desde el piso 53.

Tengo todo para ser feliz
Mirando pasar la vida desde el piso 53
Amores que al llegar dejaron
Huellas que no atenúan los años
Cuando otros nunca han amado
O el amor deseado les fue negado.
Semillas que a su vez cosechan de la vida
Las sonrisas bellas del amor sincero
Y no puedo contener el llanto
Que desborda la felicidad que arrastro
Preso en la cárcel de los recuerdos
Donde se juntan a conversar
Los sucesos que no encuentran remedio
Amores de niño y sentimientos escondidos
Que afloran
Dejando al descubierto camadas de dilemas
Por resolver
Amigos nuevos que sufren y no puedo compartir
Mas que poemas antojados tristes por costumbre
De una vida solitaria y compleja
Enorme dardo de ilusiones pasajeras
Como la vida misma
A la que estamos atados
Una cascada de roles postergados y un actuar
Correlativo y dramatizado en múltiples esquemas
Si yo pudiera poner en cada corazón una frase
Un poco del amor que aún me acompaña
La sagaz garra de la vida
Tierna rama, brote ameno, de cuentos
Donde junto a labios que se muerden
Los amores duraran para siempre atados
Al silencio sublime de lo amable
Cuanto diera, cuanto
Por contar historias menos lacerantes
Despojarme de pesares
Y emprender un vuelo, para agradar tus tardes
Descendiendo sobre tu piel suavemente
Sobrevolando quedo ante tus ojos tranquilos
Volviéndome viento ligero que eleva una cometa
Mirando desde el alto vuelo
Correr los niños por la playa, sudorosos y contentos
Y a ti que eres aquella, la otra, las que olvide
Sin darme cuenta
Por que sus besos fueron roció ingenuo
Que no llego al centro hirviente de mis campos
Dar un vuelco de gracias y de olvidos
Componiéndolo todo
Pero puede un alguien pobre y angustiado
Suplir a Dios en los destinos dados
No puedo hacer mas, tal vez olvidar
O cargar a cuestas lo que cargo
Y mirar hacia abajo sin que me gane el vahído
De una inercia traicionera que me arrastra al vació
Única vía para los que no encuentran acomodo
entre las cosas hermosas de la vida
Suerte para mí vedada, solamente espero y enmiendo.