Duermen en un sueño de mundos inimaginables
Los destellos que alcanza mi imaginación armar
Revueltos, poco armónicos y dados en custodia
A una sombra que me asecha, impidiéndome decir.
Si los descifro en un alarde descriptivo
Siento que se me escapan los detalles sublimes
Que contienen y solo atino a bosquejar el quejido
De lamentos de lo que una vez fueron
Andando entre sombras mis pasos en la noche
Tiemblo de ver lo que veo, amores idos volviendo
Presumiendo a deshoras sus falsos logros
Mientras en mi lecho el amor verdadero duerme
Si lo he soñado armándolo en mi mente solitaria
Se vuelcan entre mezclados ámbitos de sufrimientos
Que se habían quedado muy lejos de mi mundo
Olvidados y ajenos de la dicha que hiciste renacer.
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