La Habana ha atesorado variados personajes peculiares, y dos de ellos han sido mis preferidos. La célebre vedette Juana Bacallao y el aristócrata Caballero de París.El Caballero de París fue un personaje muy conocido en La Habana desde los años 50. Era de mediana estatura, pelo desaliñado con algunas canas y una más que crecida barba. Sus uñas eran largas y retorcidas, siempre vestía de negro, con una larga capa del mismo color, incluso durante el fuerte verano habanero. Solía llevar una carpeta llena de papeles y una bolsa donde transportaba sus escasas pertenencias.
Era un hombre gentil y educado que deambulaba por las calles y viajaba en ómnibus por toda la ciudad, saludando a las personas y discutiendo sobre filosofía, religión y política. Nunca pedía limosnas ni decía malas palabras, sólo aceptaba dinero de las personas que conocía o le caían bien.
Frecuentemente se podía ver paseando por el Paseo del Prado, la Avenida del Puerto, la Plaza de Armas, la Iglesia de Paula, Infanta y San Lázaro, la esquina de 23 y 12 o el Parque Central, donde frecuentemente dormía en uno de los bancos. Nunca viajó fuera de los límites de La Habana después de que comenzó su enfermedad mental. Sus últimos años de vida los pasó merodeando la esquina de 23 y 12, donde los empleados de las pizzerías de la zona le ofrecían comida gratis. El nombre verdadero de El Caballero era José María López Lledín. Nació el 30 de diciembre de 1899 en Lugo, España. Emigró a la Habana el 10 de Diciembre de 1913 a bordo del vapor alemán Chemnitz.
Por un corto período de tiempo trabajó en la bodega de un español de la calle Genios, también como encargado en una tienda de flores, como sastre, en una tienda de libros y en una oficina de abogados. Un día decidió estudiar y refinar sus maneras para obtener mejores empleos. Logró conseguir trabajos bien pagados como camarero en restaurantes de los hoteles Inglaterra, Telégrafo, Sevilla, Manhattan, Royal Palm y Saratoga.
Se supone que perdió la razón cuando fue arrestado en 1920 y encarcelado en la prisión del Castillo del Príncipe por un crimen que no había cometido. No se ha sabido cuál fue el hecho real del que fue acusado ni el tiempo que estuvo encarcelado.
Existen infinidad de teorías sobre el origen de su apodo, pero ninguna ha sido confirmada. En una ocasión relató a su biógrafo que había obtenido el apodo de una novela francesa. Otra vez dijo que la gente comenzó a llamarlo El Caballero en la acera del Louvre, cuando trabajó en el hotel Inglaterra. Otros cuentan que fue en la época en que trabajó en el restaurante París y los clientes comenzaron a llamarlo de esa manera. Otros dicen que el apodo se lo dió el semanario humorístico Zig Zag o que nació de una película francesa donde el personaje principal era conocido como Monsieur de Paris. El 7 de diciembre de 1977, El Caballero de París fue internado en el Hospital Psiquiátrico Mazorra. El motivo de su encierro no fue debido a una posible peligrosidad, sino a su deplorable estado físico. Allí fue aseado, y su cabello lavado y recogido en forma de una larga trenza. Le suministraron un traje negro similar al que solía vestir y comida. Durante su internamiento en Mazorra fue sometido a exámenes fisicos y psicológicos; se sabe que también allí sufrió una fractura de cadera por una caída. El diagnóstico de su psiquiatra y biógrafo, el Dr. Calzadilla, es que padecía de parafrenia, considerada como una forma de esquizofrenia.Murió el 11 de julio de 1985 a la edad de 86 años. Inicialmente fue sepultado en el cementerio de Santiago de las Vegas. Según un articulo de la AFP, sus restos fueron exhumados por Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de La Habana y trasladados al convento de San Francisco de Asís (ahora sala de conciertos y museo), su actual lugar de descanso.En ambas orillas del Estrecho de la Florida se le ha rendido tributo a este famoso caballero.
En la Habana, una estatua de bronce de tamaño natural fue creada por el escultor José Villa Soberón, por iniciativa de Eusebio Leal. La estatua fue ubicada en la acera del convento San Francisco de Asís.En Miami, la popular esquina de la 36W Avenue y 8th Street, lugar donde está ubicado el famoso restaurant cubano Versailles, fue oficialmente nombrada "Avenida El Caballero de París" en el año 2004.
Recuerdo una ocasión durante mi niñez, mientras viajaba en un auto con mis padres por la calle Infanta, que mi madre gritó..... "¡mira, mira al Caballero de París!". Al voltear la mirada sólo pude ver una fugaz figura, con una larga cabellera blanca y capa negra que se alejaba encorvado y a paso lento. Ese fue mi único encuentro con la aristocracia parisina de nuestro terruño.
nota: Agradezco como siempre, a mi amiga Ivonne, que me acaba de enviar este correo desde Miami, los que alguna vez vimos y escuchamos anecdotas sobre este personaje, atesoramos mucho tal información. Este personaje fue parte de nuestra niñez, y un pedazo vivo de la historia de la Habana.
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