Muy segura de sí misma
Una pulga saltarina
Le contaba a su comadre
Los planes que perseguía
Mañana al salir el sol
Por el camino al mercado
Pasa un hermoso perro
De grandes orejas negras
Como él tal es obediente
Siempre que llega a la esquina
Se detiene comedido
A esperar que alguien lo cruce
Tu y yo, comadre, entonces
Lo abordaremos aprisa
Y daremos ese viaje por el campo
Que tanto habíamos soñado
Además como esta gordo
Tendremos merienda gratis
Así que vete alistando
Que nos vemos donde sabes.
Y no te quedes dormida
Pensando en el micifuz
Que a ese gato relambi’o
No lo quieren en el pueblo.
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