domingo, 21 de diciembre de 2008

Un alto en el camino.

estas son las mañanitas que cantaba...

Antes que comience mi cierre de año y pase lista al deterioro, que dejan los años a cambio de vivirse, quiero hacer un paréntesis, para felicitar a un amigo querido, que cumple años, no sé si quince, veinte o setecientos, la edad no importa dejemos eso a los estudiosos de la historia, no es cierto Cisneros? Gracias por el desayuno de hoy y la cena de ayer, Dios te cuide para que un poco de ese privilegio que tienes por humanidad nos toque como una varita mágica, Colmándote de bendiciones, vele tus proyectos y los enriquezca, corrigiendo cualquier error posible y humano, estando contigo al levantarte y acostarte, cuando conduces por cualquier destino de este tu bello y por que no mío también, México.

Si este año... “volví al camino con mi adarga al hombro” como dijo un día ese que admiras y que yo simplemente respeto, es gracias a ese nuevo Espíritu que te contagia de optimismo y que vas regalando a otros, con tus mensajes, con tus boletines laborales y con las charlas privadas de té o café, que debemos, sugerencia aparte, hacer una vez por semana con toda la tropa loca de emprendedores, para contagiarnos de las victorias de otros y contar las propias, compartiendo nuevas estrategias, sabrás hacerlo a tu modo.

Hermano, gracias te doy publicas y viajeras, por todo cuanto nos has dado estoy de gira por la Huasteca Potosina para saltar este mes guarachero, recluido en un curso excelente de meditación intrascendente o sea no pensar en nada, hasta enero, cuídate, disfruta este tu día y a la familia que te sirve de muralla y de la cual como Israel sirves de Patriarca, un abrazo, felices fiestas, feliz fin y comienzo de año, si Dios, el Gerente General nos permite, nos vemos para inicio del año próximo, que será mejor que este si Dios quiere, Angel y Nancy y los niños. Te queremos, amigo.

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