lunes, 1 de diciembre de 2008

Cumbre y abismo.

Cuando un proceso histórico transformador de la sociedad y genuino, se desacelera y comienza a construir improvisadamente, pierde la frescura y se enquista, lejos de perfeccionarse, da vueltas en torno a propuestas personales que están demostrando ser reiterativas.

Tal es el caso de la Revolución Cubana, dirigida por ideales mas que por dogmas socialistas.

Esto que puede ser dicho fácil, para muchas personas es difícil de asimilar, sucede lo mismo que en la exURSS , cuando dejaron a un lado las imposiciones y decidieron permitir a los países aliados tomar las decisiones que mejor le fueran a sus propios procesos históricos todo se derrumba y la inercia de tanto control los lanzo velozmente en lo que supuestamente no deseaban caer.

Quién a dicho que Cuba no esta en posibilidad de girar hacia esa dirección que tanto malestar causa mencionar.

Se mira entonces un vació, de conceptos ideológicos y de poder, no porque falte este ultimo, solo que la forma en que fue impuesto contradice los procedimientos más elementales de democracia, aceptando estar equivocado, solo se copio fielmente el mismo modelo que tomaban los países de Europa del Este liderados por Moscú, un secretario sustituía a otro en funciones y todos levantaban la mano en señal de aprobación.

Esta siendo tan extenuante este ultimo capitulo de los lideres históricos de la Revolución, sumado al agotamiento de recursos políticos innovadores, enfrascados en mover fichas de un viejo ajedrez, tan desgastado.

Dando paso todo este proceso a movimientos de todas las tendencias humanas posibles, impulsados por corrientes que pueden o no dar la cara pero hacen su trabajo despacio y eficiente, o puedo estar equivocado y nadie planifica situaciones y solo es un relajo ideológico producto de la zaga que va dejando esa misma revolución en su estela mortecina.

Si esta situación es especulativa, como han sido otras, la experiencia nos dice que acabara por deshacerse y ser superada.

Se apresuran teorías y proyectos como si de un momento a otro desde adentro quisieran ofrecer soluciones mediatizas a reformas de fondo y de estructuras.

Dicho en castellano, está reconociendo que se ha ido por un camino equivocado, pero no se culpa a nadie en especifico.

Posiblemente Ulises volvió a hacer su aparición en esta Homérica historia y Nadie es como dicen aquí en México el “innombrable”.

Ahora no será, pero alguna vez oiremos decir, con Fidel muere la revolución cubana, y lejos del morbo que pueda causar tal expresión estaremos asistiendo a una realidad histórica que finiquita un periodo de cumbre y abismo espectacular.

Disidencia aparte, las corrientes que han nacido bajo esta etapa revolucionaria, irán buscando su acomodo o ya lo deben estar haciendo y otras corrientes de ideas sus espacios.
Todo dentro de una lógica nacida de una ausencia notoria de oportunidades para reconocer que ha llegado la hora de las disyuntivas.

No sé si sea cierto lo que dice mi amigo Claudio, y tres grupos estén definidos en esta carrera sucesoria, el porvenir puede darse en la medida que las otras partes entiendan el beneficio de conservar intacta la coherencia histórica de la esencia nacional, lejos de influencias negativas alentadas por las grandes potencias en afanes de capitalizar lo que se vislumbra a la vuelta de la esquina una nueva generación con deseos de construir una Cuba mas participativa y prospera.

Con todo el caudal de juventud y deseos de hacerlo, solo falta buscar el cómo.

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