sábado, 13 de diciembre de 2008

El poema del sábado.

Ensimismado.



Extemporáneamente cual no debiera ser
te he comenzado a querer.

Sin preocuparme tan siguiera
de tu existencia desordenada.

Acumulando intempestivamente tu nombre
a la cadena de nombres subversivos
( que no logran hallar descanso, en mi memoria.)

Temeroso acudo al llamado de tus ojos
luces, desdibujados y sutiles
ternuras que enriquecen los sueños
tranquilos y sencillos del poeta.

Amados entrelazados los dedos delgados
y las hilvanaduras de hippies
que engarzas a tu pelo
primoroso y cursi, despeinado.

Como esta retahíla de palabras
que me empeño en llamar versos
ridículos y lastimeros , amoldados .

Tiendes a mis años de experiencia
tus dos pechos erguidos
como ideas que no tienen dueño
ni lo desean , desinhibidos.

Pensativo, estrujo la intención
que aflora.
Tersa cobertura vital, ante mí
como una hoja pura
desenvuelta y viva, de adrenalina.

Mientras hago espaciados mis ensueños
maltrechos, otra musa antes que tu
a devorado, inmisericorde
los mejores años del poeta.


dic. 2008.

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