Decir es una cosa y decidir es otra, muchos deciden no decir y viven bajo el manto del miedo colectivo.
Los intimidadores de los que se atreven a decir, cumplen ordenes, es su trabajo y todos sabemos que los militares obedecen y después preguntan.
Pero los que pensamos y decimos, ayer, hoy y mañana, no nos vamos a quedar callados esperando a ver que sucede con Yoani Sánchez y por ende su familia.
Generación Y, es una ventana indiscreta que revela al mundo, lo que sucede en Cuba en el ámbito de piso, las cosas que se hacen, lo que batallan para encontrar comida, las dificultades y otros menesteres, domésticos y sociales.
En cualquier lugar del mundo donde opinar, describir y mostrar no es un delito, este reportaje virtual, no asustaría a nadie, pero en Cuba las palabras son contrarrevolucionarias, por que los argumentos esgrimidos por el régimen demuestran ser cada día más pobres y caducos, viviendo los postreros días de una crisis, ideológica que los rebasa y los exhibe como cavernícolas y represores.
Si realmente el gobierno de la isla, gozara de fortaleza moral, si pudiera desmentir con hechos cada uno de los articulos que esta valiente mujer escribe, si la realidad cubana fuera ese cuento de hadas que ese papel higiénico llamado Granma le dice a la gente, no seria necesario citarla a la policía política para amedrentar a una joven pareja, que a sabiendas que el decir es además de una virtud cívica, un derecho autentico del ser humano.
Los gorilas castrenses, salen al paso de un aviso, que demuestra el tamaño que esta mujer tiene como ser humano, temerosos amenazan.
Y lanzan una advertencia vil, Generación Y, esta llegando al limite de lo soportable, por quien, por cuales, una camarilla detentadora del poder, un anciano traidor y moribundo que escribe alucinaciones, que reciben no muy buenas opiniones de los propios cubanos que teniendo acceso a la red, hastiados de soportar tanta hipócrita cosa, le lanzan toda suerte de respuestas que evidentemente el ególatra no lee.
Yoani, es una mujer inteligente, tiene que haber valorado su acción y nada tengo que aconsejarle, me avergüenzo como hombre de no haber hecho algo así en mi juventud.
Tiene mi respaldo moral, que no es mucho, pero es lo unico que tengo, no me paga ni la CIA, ni la Fundación Cubano Americana, ni Tirios, ni Troyanos, como Machado el poeta digo,... a mi trabajo acudo, con mi dinero pago...
Tiene a Dios que vela por las causas justas, podrá haber miles de indiferentes en el mundo, pero habemos muchos solidarios aún.
Pido respeto al Gobierno de Cuba, a sabiendas que harán lo que les convenga a sus tiránicos intereses,por la integridad y la segurida de ella y su familia, alerto a la comunidad internacional para que eviten cualquier atropello a la integridad de esta joven mujer que por escribir la triste realidad que se vive en Cuba, esta siendo presionada y coaccionada sin haber cometido delito alguno.
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