El nacimiento de las cachorritas de Muñeca.

El día 25 de diciembre amanecimos auxiliando a nuestra perrita “Muñeca” que estaba pariendo.
Serian las cuatro de la mañana cuando se subió a mi cama y se acurruco a mi lado, pero la note intranquila, pensé que tal vez tenia frío, solo la cobije y la puse a mis pies. Me volví a dormir, y un rato después, mi hija sube a nuestro cuarto y se acuesta en un sofá a ver la tele, cuando siente el llanto de una de las perritas. Dio un grito de alegría y nos paramos a ver que sucedía.
La primera cachorrita estaba afuera, de color café oscuro, seca, lo que me dio la pauta para pensar que hacia un rato había nacido. Rápido mi niña subió cobijas y nos dispusimos a recibir más cachorros.
Como en veinte minutos le empezaron de nuevo las contracciones y le pasamos la mano por la barriga y la acosté para ayudarla. Así nos sucedió la primera vez hace más de un año.
Ahora venia el segundo cachorro, y le estaba costando trabajo sacarlo, de pronto asoma la bolsa y lo tomo con sumo cuidado, pero advierto que viene al revés, o sea con las patas traseras por delante. Cualquier error y puedo ahogar al perrito o romperle la columna.
Mientras Nancy, mi mujer, le pasaba las manos por la barriga, en otro de los intentos al pujar retuve al animalito con sumo cuidado y no lo deje regresar.
Metí ligeramente dos dedos y con precaución fui halando despacio hasta que salio y rompí la bolsa.
Otra hembra. “La Muñe”, nos miraba tranquila, en cuestión de media hora volvieron las contracciones y la tercera cachorrita salio de cabeza y sin mayor esfuerzo.
La madre las limpio con su lengua y las seco. Casi de inmediato fueron en busca de la via Láctea y mi mujer, mi hija y yo, respiramos aliviados.
La emoción que se siente al ser parte de algo así es maravillosa. Mi hija tomo estas fotos, como pudo, entre una cosa y otra para poder documentar el momento. Como corresponde democráticamente, he decidido llamar a las criaturas: Noisy, Abril y Nuni.
En honor a mis tres hijas.