martes, 13 de abril de 2010

La Rebelión de los Matices.





nota aclaratoria: solo para los buenos entendedores, los malos absténganse.

Como se explica un pueblo tan bueno, si tenemos gobernantes tan malos…

 Palabras del trovador Silvio Rodríguez.



Manejar conceptos de bueno y malo entra automáticamente en lo maniqueo, en el estereotipo. En lo superfluo.

Como frase pasa, pero la sostiene un débil y banal argumento, con todo respeto al compositor.

Si sometiéramos el pronunciamiento a un análisis somero, llegaremos a la conclusión que las protestas y las muertes por inanición, los torturados, los presos políticos y los expresos en la diáspora y cuanto ser humano ha protestado contra las injusticias de la tiranía cubana, son un grupo de mal agradecidos y revoltosos que se empeñan a cualquier precio en reclamar derechos que no merecen ser cuestionados.

Esa Revolución, les dio escuelas, hospitales, etc., así le pagan a los lideres que lo ofrecieron todo. (A cambio de todo)

En contraposición solo han la libertad de expresión, entradas y salidas sin mediar permisos, libertad para votar directamente, libertad para tener acceso a Internet.

Haciendo una lectura cabal de la infortunada frase, sabemos que aquellos que luchan para allanar el duro paso del “que hacer” diario. Esos son los buenos.

“Que hacer” de comer, “que hacer” para encontrar el qué y el como sobrevivir diario, y no morir en el intento y ser hasta el extremo ingenuo al no cuestionar los pretextos burdos e infantiles de “un hostigamiento total del enemigo”.

Un pueblo menor de edad y minusválido mental para no saber distinguir entre “el enemigo virtual” y “el enemigo real”.

Los capitales que dan posibilidades a los cubanos que salen de la isla de ganarse la vida y mantener con sus remesas a las familias que el “régimen malo” no permite por los magros y miserables salarios de hambre que paga a “los cubanos buenos” para lograr sobrevivir.

Son “los cubanos malos”, verdaderamente malos, retequemalos, esos sí haciendo uso del golpe y la represión el único y ultimo recurso para intimidar “al pueblo bueno”.

Y esos “cubanos malos” utilizan a los cubanos oportunistas y cobardes en contra de “los cubanos buenos”.

Y “el cantante bueno”, defiende “al gobierno malo” y el “gobierno malo” cual es, asesina, golpea y encarcela a los que no se ajustan a “sus normas malas”.

Entonces para no perderme entre los buenos y los malos, mejor seria preguntar a Silvio: ¿Si su hijo es el “libre”, significa que él será el “esclavo”?

Cuestión que asumo quedara sin respuesta, pero no por ello sin revelar su intención claramente.

Si “el pueblo bueno, actúa de manera mala, ha de ser por que “el pueblo bueno” se cansó “del gobierno malo”, necesariamente por la falsedad del “buen proceder del gobierno malo, ante la terca persistencia del pueblo malo por despojarse del mal gobierno”, incluye deberse al temor, al terror y al miedo como política de Estado Represor y tiránico.

Tal infantil visión de los hechos justifica que Silvio el “esclavo” (en contraposición de su hijo “el libre”), actué en contra de “los buenos cubanos”, a favor “del mal gobierno” poniendo a salvo “sus buenas ganancias” y “su buen oportunismo” dando por hecho que todo se resume en buenos que no entienden porque unos pocos malos se dejan llevar por unos países malos para desestabilizar un país bueno, alegando irónicamente como un gobierno malo tiene gentes tan buenas, que carecen de las malas libertades, pero gozan de las buenas escuelas y hospitales.

Ante un momento de definiciones y por supuesto de urgentes cambios, el gobierno malo continúa aferrado a la torpe figura de buenos o malos, sin percatarse de un severo movimiento crítico “de matices buenos”, que ha comenzado a cuestionar al gobierno malo de la injusta filosofía del despojo y la brutalidad fascista sobre el único pueblo digno que acaba siendo efectivamente un pueblo bueno con un gobierno malo y con bufones bastante malos, que presumen pasar por buenos.



1 comentario:

asere Cubano dijo...

saludos Angel

El pueblo cubano y principalmente sus trabajadores pagan el doble de la media que se exige por los servicio de salud y educación gratuitos a nivel mundial.
¿Porque? por que el estado solo paga a sus trabajadores en una moneda que en la actualidad simula las practicas de los bonos alimenticios que emitían los antiguos latifundistas a sus trabajadores, claro con una diferencia, que en estos tiempos que corren en la tienda del batey no hay alimentos ni aunque portes los bonos.
La otra cuestión negativa es que esos servicios solo son comparables en calidad con los de África y países mas pobres del planeta.
En Cuba solo hace falta un reparto gratuito de libertad y todo lo demás que lo cobren, a la vuelta de unos pocos días se vera que el pueblo comenzara a vivir mucho mejor.
¡LIBERTAD! esa es la clave.