Hotel Vedado.
Luces de recuerdo como una fotografía
humedo el cabello, pantalón claro
blusa holgada, por abajo de la cadera.
De un país de soles has llegado
de píramides que penetran al sol
veo tus labios que aún no son míos
miro tus manos de niña madura
Te escucho hablar, hipnotizándome
del discurso de papel con perfume
a tocar tus manos y oler tu aroma
las horas pasan desenvueltas
Dicen que hablan mucho los cubanos
y si esta poesía que habla fuera mía
las horas sería cómplices calladas
los dias pasarián sin notarlo
Vuelves despacio al marco que ocupas
archivada tu imagen en mi memoria
si ya nada tenemos, queda al menos
la memoria nítida y la piel húmeda.
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