En el miedo calcinante de las bombas
Te he buscado.
En los enfermos terminales
Donde ríen y soportan las terapias
Las criaturas con leucemia.
Desde el mar amarillo de cempasúchil
Que adorna la morada de los muertos
En los maderos que fueron una balsa
Y arriban solos a una costa de Miami.
Te encontré cuando no te estaba buscando
Entre parientes que no lo eran
Y ya después de ti lo fueron.
Por ti he viajado y en tu gracia habito
Me cobijan tus manos
Y me alimentan el espíritu
Tesoro da a mis arcas vacías
Y deshaces la melancolía
Que me persigue desde niño.
Nada pides, nada necesitas
Aligeras mi equipaje
Y traes de vuelta la sonrisa.
Nada eres para algunos
Para mí lo eres todo.
Muchos te dicen Señor y no te obedecen
Otros te buscan
En imágenes mudas que no saben valerse.
Solo espero paciente el día
De ir a tu encuentro
Liberándome de las penas
Que agobian mi cuerpo.
Por ti estoy presto.
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