Yo no puedo llegar al borde del silencio y quedarme callado, no siento mis manos porque no las tengo, no están mis palabras donde las coloque la última vez, tal parece que te has levantado y las dejaste abandonadas. Quién sabe por cuantos temores, quién sabe por cuantas dudas que crees ver en cada movimiento del viento y no es justo, no merece el amor ser alimentado con el miedo, no lo merece.
La puereza es un vestido transparente que nos protege y nos conduce por ese camino hasta la inmortalidad pero usarlo no es sencillo, quién dijo que el amor debe ser fácil, quién dijo que la vida es un papel arrugado que tomamos del suelo y le devolvemos su forma. No, el amor es una pasion que debemos descubrir, que debemos colocarle sus piezas como un rompecabezas, que debemos alimentar sin temores para que siempre esté colmando nuestras almas.
Yo no puedo llegar al borde del silencio y arrojar todo mi amor al vacío, no puedo morir y seguir respirando, es difícil no tener tu rostro clavado en mi memoria, no desear escribir cada beso sobre tu piel, es difícil cerrar los ojos y no sentir tu aliento colmandome en cada deseo.
Ya no estás y estoy parado al borde del silencio, no sé si arrojarme y vivir en tu recuerdo, no sé si sentarme a esperar que la muerte llegue a borrar mis ilusiones, no sé que hacer, no puedo detener el tiempo y tomarte de las manos y besarte, no puedo hacerlo y no estás aquí junto a la hoguera que marca el destino, te has escondido, te has perdido desde mi último abrazo llevando sobre tu alma mi corazón.
Estoy parado al borde del silencio y a lo lejos mi alma vuela en busca de tu sonrisa, en busca de tu voz, en busca de la eternidad...
Tomado del blog de Julio Antonio Rodríguez Santana ESTADOS DE ÁNIMO http://estadosdeanimoprosa.blogspot.com/
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