Cuando agita el viento
Las ramas del abeto
Entiendo la fortaleza
Con que las aves hacen sus nidos...
Escucha, acaso no oyes
Las palabras que pasan
Desde mis silencios las oigo
Dentro de mi pecho viven
Cada noche me torturan
Suelen al dormir buscarme
Aparecen, me persiguen
Andan en mi casa sueltas
Amanezco muchas veces
persiguiendo sus sentidos
sueltas vagan sin destino
sin embargo soy su prisionero
una a una me torturan
incesantes en la noche
exhausto y soñoliento
al amanecer las tomo
rendidas y amorosas
depositándolas en las hojas
que al despertar disfrutas
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