jueves, 19 de febrero de 2009

América se inclina ante la dictadura.

Cuando Dios pone los medios, es prioritario usarlos...

Tiene en América la dictadura un largo historial que la acompaña, desde tiempos remotos. En esta situación ha vivido confrontada esta tierra maravillosa de hermosos paisajes y pueblos humildes y laboriosos.
Las ambiciones humanas acreditan una añeja filosofía del despojo donde los hombres se creían imprescindibles para hacer avanzar a los pueblos, como si de figuras egocéntricas se alimentara la virtud y la democracia.
Mesiánicos y paranoicos personajes que desquiciaron los conceptos sublimes y prósperos de la libertad que en vano los padres dieron a los esclavos haciendo a fuerza de luchas y mucha sangre pueblos libres.
Entrados en la primera decena de siglo actual, vemos con cierta y pensativa preocupación el afán de poder y dictados que a fuerza de recursos y manipulación de masas descontentas alza en diferentes países de esta tierra americana las perjudiciales sombras de los caudillos que trajeron como para no olvidar tristes épocas atraso moral y material a Un continente que colmado de recursos naturales, no ha sabido respetar los ordenes y los momentos constitucionales, alterándolos a modo, como si con ello fueran a poblar de beneficios que, esperanzada la gente humilde cree poseer por derecho, la pobreza no se acaba con las dictaduras, se empobrece la capacidad de critica y ajuste que tiende a dar mejorías en los países donde el verdadero amor a la libertad hace anteponer los intereses de todos en verdadero beneficio y no permite enseñorearse A personajes que pongan en peligro la historia de los mismos.
Enfrascados en ese dilema de agradecimientos vanos e infructuosos, se empecinan los hombres que no llegan a la estatura de lideres, sobre todo sin tomar en cuenta la historia enorme que los ve y los juzga en hacer derroche de fatuos procederes como si favorecer con dadivas premeditadas las necesidades de los pueblos, oculte bajo un manto de cinismo las cosas que la historia sola en su decursar juzga. Que somos hermanos y apoyarnos debemos en todo cuanto sea menester y de ese gozo de vernos prosperar todos juntos.
Resultante de tan grave confusión de posturas vienen a postrar en tierra de tiranos las banderas libres de la patria americana, hombres que no merecen ser llamados presidentes de países que aman la libertad.
En un circo vulgar y lastimero añorando la foto donde el ego, se da el lujo de invitar al cabo para dejar a la historia testimonio indigno de personajes vulgares.
Que bajo ha caído la libertad en América, que transita por un camino incierto de pobreza en aumento y demagogos y tiranos en ciernes y declarados.
Que en caravana insólita viajan a Cuba para besar la mano del verdugo.

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