jueves, 30 de octubre de 2008

Raúl Castro continua extraviado.

No es, convirtiendo las industrias estatales, en Empresas de Calidad, como va el Grupo Gobernante a desarrollar al país.

Este viejo proyecto, no pasa de ser un recurso, más político, que económico, ya muy visto en el Capitalismo.

No exento de múltiples tropiezos en el sistema social cubano.

Incentivar la economía basándose en mecanismos de mejores ingresos según alta calidad en la producción, confunde y distorsiona los propósitos de fondo a los que se debe arribar en un proceso evolutivo de mejoramiento de la vida de la clase obrero-campesina en la Cuba actual.

Con las dificultades materiales y las necesidades innegables de aspirar a mejores estipendios por su desempeño laboral, estarían las clases trabajadoras perdiendo de vista el verdadero objetivo al que están destinados sus esfuerzos durante estos cincuenta años, que es sobre todo la devolución de la planta productiva, en estos momentos en poder del Estado Cubano.

Con ello se estaría haciendo justicia a una clase obrera que ha visto diluirse sus esperanzas de usufructuar un bien, que si se precian de vivir bajo un estatus Socialista, tiene por derecho que pertenecer y ser administrado por los propios trabajadores.

Lo natural por tanto es que sean restituidos sus derechos patrimoniales inmediatamente.

Sin embargo este capitulo de la Historia del Socialismo en Cuba es demorado ex profeso y canjeado por formulas dilatorias y caducas, permitiendo al Grupo Gobernante continuar dictando las normas y los procederes sin permitir el acceso a la clase trabajadora a la posición estrategica que los haría independientes y dueños de los medios de producción verdaderamente.


Del Grupo Dirigente Cubano no van a salir cambios radicales positivos al menos mientras persistan en guiar al mundo económico cubano en torno a ellos.

Tendrían que poner al ser humano como eje rector del desarrollo y el máximo beneficiario de su tiempo y su desempeño laboral, creando una nueva época de relaciones laborales, con un proyecto netamente Socialista, que redimencione las condiciones laborales entre los trabajadores y el Gobierno.

De lo que se trata es de evidenciar los mecanismos sociales y laborales que permitan, no solo a los obreros cubanos, si no a los que ven hacia Cuba buscando el norte de su brújula como eje rector de una política laboral de avanzada.

Pero con estas estrategias tan vistas y manipuladas en cualquier parte del planeta, se diría que los Gobernantes de Cuba andan a la saga de métodos ya muy vistos y obsoletos.


Esto que resulta fácil de decir y de hacer, es la manzana de la discordia en la vida política de Cuba.

El Grupo que administra el Estado no propone un cambio que derive en el camino que es necesario plantearse si realmente desean la emancipación de la clase obrera, proponiendo medidas que no dejan de ser en su esencia producto de una estrategia capitalista y que por tanto no compaginan con un país que esta atrapado entre el decir ser, lo que en la practica no son.

Confundidos en un paternalismo, que no resulta ser eficiente, a sabiendas que de los esfuerzos de la clase trabajadora salen los ingresos que costean los servicios y todo lo demás a lo que no quieren renunciar y se aferran con todas las ansias del mundo ese grupito de traidores a los ideales de libertad de las masas trabajadoras.


Haciendo creer a propios y extraños que la salud pública y la educación gratuita son una victoria de la Revolución, que usan como propaganda y chantaje a un pueblo que ya esta harto de que lo vean y lo traten como menor de edad.

Toda esta serie de disquisiciones acumuladas en años de estar en el poder convierten a este Grupo Político en los menos indicados para trazar una ruta verdaderamente Revolucionaria a los obreros y campesinos en Cuba.

Por ello la importancia de recuperar la iniciativa y el rol privilegiado de la Asamblea de los Diputados al Poder Popular para el próximo año.

Donde de manera transparente el pueblo pueda elegir a los representantes que sean genuinos portavoces de sus intereses.

Permitiendo que pueda ser, por primera vez en Cuba, elegido un Presidente de manera libre, directa y secreta por cada una de las personas en posibilidad de votar.

Es necesario poner al hombre al centro del debate, como único actor transformador de su entorno, respetando sus opiniones y sus preocupaciones, donde el poder sea ejercido por la clase obrera y no por una burguesía militar, que digan lo que digan, mantiene al pueblo en calidad de rehenes y semi esclavizados.

Sin libertad de opinar, ni de elegir y coartadas todas sus posibilidades de ser dueños, al fin de los medios de producción.

La ignorancia política es cruel y despiadada, no desea que estas ideas se expresen libremente, extienden sus viejas y malvadas mañas para impedirlo.

Culpando al enemigo norteamericano, al bloqueo, la CIA y la contrarrevolución interna y externa. El gran complot que no permite que Cuba pueda alcanzar el desarrollo al que tanto anhelan llegar.

Cuba, existía antes de 1959, y funcionaba, no era una sociedad perfecta, tenía grandes espacios de injusticia, precisamente esas carencias provocaron la explosión social revolucionaria.

Pero cabe señalar que nunca como ahora el país se mueve en un ámbito tan limitado de libertades personales y sociales de toda índole.

Requieren los trabajadores de un espacio propio donde puedan, no solo confrontar sus diversos enfoques, de los temas que les atañen, si no responder al sistema de manera contundente por haber limitado sus márgenes de maniobra que los mantiene enclaustrados en una dependencia total a proposiciones que no tienen nada de Socialistas y de avanzada.

Han desarticulado mediante la represión y la cárcel la rebeldía natural de las masas.

Dividiendo a la población con sistemas muy sofisticados de prebendas y contubernios.

Desarticulando cualquier idea o explosión de independencia que surja.

Lo hace evidente el caso del joven Eliécer, recientemente sucedido, ejemplifica lo dicho de una manera clara y contundente, al cuestionar a un personaje político encumbrado, haciéndolo quedar como un ignorante en ciernes vapuleado en una serie de cuestionamientos donde se tocan asuntos públicos que el Gobierno no desea ventilar.

El Gobierno arremetió con una serie de medidas de amplio espectro represivas, lo único que salvo la situación fue precisamente la divulgación oportuna del suceso por parte de la televisora que en ese momento grababa el evento, por cierto extranjera.

De cual libertad nos hablan?

El plan de incentivos monetarios, en función de un mayor desempeño no deja de ser una medida Capitalista, en pago por un ejercicio laboral sobresaliente.

Al hacerlo a un grupo de obreros ignorantes o imposibilitados de ejercer su derecho a optar por otros esquemas mas apropiados al estatus que se desea alcanzar, nos demuestra fehacientemente lo perdido que andan nuestros cuadros dirigentes en su afán, entendible de hacer rendir a los trabajadores, bajo esquemas inapropiados al modo social que proclaman.

No deja entonces de ser un viejo método, en un momento de crisis, donde es necesario hacer algo, aunque ese algo sea lo peor, con tal de hacer ver a los trabajadores que están funcionando.

Para no permitir que surjan ideas revolucionarias que los cuestionen con toda honestidad.

Tal vez el Comandante no este perdido, lo que declaro perdido es el tiempo que demoraran en darse cuenta que no va por ahí el camino a la verdadera renovación laboral en Cuba.

Recordando a propósito de incentivos que los salarios de los obreros en Cuba son los más bajos de todo el continente. A pesar de los hospitales y las escuelas gratis, que de sobra son pagadas por esos obreros con sus paupérrimos sueldos de hambre.

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