Los hechos violentos que están sucediendo en Venezuela tienen un trasfondo histórico
que puede rastrearse en los inicios de la Revolución cubana.
A pesar que la
juventud de Cuba, nunca ha salido a protestar de manera multitudinaria en
contra de las dificultades por las que durante 55 años ha venido atravesando.
Cuando triunfó la Revolución de
la Sierra Maestra, era tanto el rechazo que se tenía de la tiranía batistiana
que dicho proceso social fue recibido con gran entusiasmo por parte del pueblo
y por supuesto contó con el apoyo masivo de la juventud.
De manera paulatina, se acusó de traidores, contrarrevolucionarios y agentes de la CIA, a todo aquel
que intentaba alzar la voz proponiendo otras ideas antagónicas a las que la
Revolución iba sembrando.
Esta falta de libertades cerró
publicaciones históricas, canales de comunicación imprescindibles para poder
vivir en Democracia.
Las voces críticas se fueron apagando y aquellas que se
atrevieron a ir más allá, fueron calladas y encarceladas. Se optó por
desprestigiar, mediante la burla y el choteo a quienes valientemente expresaban
opiniones adversas a la Revolución.
Los intelectuales fueron un punto
de quiebre en la definición dramática del momento histórico que se vivía. Al
punto que en un discurso Fidel Castro sentencio: Con la Revolución todo, contra
la revolución nada.
Muchos fuimos etiquetados con el
apelativo de gusanos. Y por supuesto no todo fue visto de manera tan folclórica,
voces disidentes fueron procesadas y fusiladas y otras encarceladas por largos
años, como el caso del excomandante Huber Matos, que estuvo preso 20 años y no cometió
delito alguno, solo renunciar a su cargo y el cuestionamiento a Castro para que
precisara el rumbo de una revolución que cada vez era más secuestrada por
la izquierda radical.
Cont.
foto: Comandantes presos en el caso de Huber Matos. rumbo a la prisión.
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