Veo con tristeza que están tan agotados los Generales en sus viejos discursos, que no son capaces de darse cuenta que llevan cinco décadas metiendo miedo al pueblo con el viejo asunto del imperialismo yanki y los paupérrimos logros en salud , educación y ya no sé que otra cosa más.
Encaprichados en enseñorearse de la isla la han acabado por destruir, sin que por ello sus prebendas y sus estándares de vida hayan sufrido un ápice.
Gobernar un pueblo no debe ser cuestión de capricho, y mucho menos es de gente honesta y sincera culpar a otros de las graves deficiencias internas provocadas por sus mismas ineficiencias.
Han retrocedido a la década del 60 para intentar poner remedio a los grandes problemas de abastos de alimentos y servicios menores.
Este tipo de giro político y económico, no está funcionando por el mismo cansancio del pueblo y la apatía de los jóvenes y la indiferencia de grandes sectores que juegan al tortuguismo por estrategias personales o por oportunismo , quizás mal llamada burocracia y que son en resumen personas que en su generalidad han sido educados dentro del propio sistema enfermo, que no da para más.
Ellos critican hacia afuera las crisis en que se desenvuelve el sistema capitalista, pero caen en sus mismas contradicciones y a eso deben sumar que impiden que el capital humano busque sus propios métodos para desarrollarse, puesto que controlan las materias primas, el mercado e interfieren en las normas que rigen a un proceso que desconocen.
Si sumamos a esto la jugada cantada de que cuando las cosas mejoren todo este juego será abolido y lo más incoherente, si alguno crece por aplicar medidas exitosas , será cuestionado tarde o temprano hasta de donde saco el último recurso que obtuvo.
La lógica grita, que las cosas no funcionan , la ciudad destruida, pocas ofertas de alimentos, mala distribución del vestuario, carencias , carencias , carencias.
Que las personas nacidas , educadas y crecidas en el sistema que ellos han confeccionado , y no nos llamemos a engaño , no es socialista, es un frankenstein castrista hecho a imagen y semejanza de los caprichos de un hombre y obedecidos sin chistar por el resto, tristemente sin que se permita disentir, opinar, o al menos intervenir en una seria y razonada tormenta de ideas para extraer lo mejor de cada pensamiento y poner algo en funcionamiento por primera vez en un verdadero equipo.
No existe el concepto de equipo. el concepto es cuartelarío : Ordenar y obedecer. A nadie le es permitido razonar en Cuba, todo está hecho para obedecer y jamás replicar, disentir o protestar.
De ahí la larga cadena de fracasos en estos pesados 53 años de gobierno autócrata, no benevolente.
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